El inicio de un nuevo ciclo para Almaraz II

Este lunes está previsto que la Unidad II de la Central Nuclear de Almaraz se vuelva a conectar a la red eléctrica. Su reactor ha estado detenido algo más de un mes para desarrollar los trabajos de recarga de combustible y otras tareas adicionales que han preparado la planta para el próximo ciclo de generación, que se prolongará durante los próximos 18 meses. En concreto, han sido 34 días, desde la madrugada del pasado 3 de abril, en la que ha sido la recarga número 28 de esta unidad. 

Al menos una vez cada año, en dos ocasiones cada tres, se efectúan estas paradas en la planta nuclear cacereña. Tras completar un periodo de operación de año y medio, alguna de sus dos unidades tiene que detenerse durante varias semanas con el objetivo principal de sustituir aproximadamente un tercio de los 157 elementos de combustible que contiene su reactor y reordenar el resto dentro del núcleo para ganar eficiencia en el proceso de quemado. 2024 será uno de los años en los que se repetirá parada, ya que la de la Unidad I se realizará en octubre próximo.

Se trata del periodo de mayor actividad en la planta. Además de los trabajos inherentes a la renovación de combustible, se aprovecha este mes para efectuar otros de mantenimiento, revisar equipos o implementar mejoras de diseño que no es posible efectuar con la unidad en marcha. 

10.000 órdenes de trabajo

Esta recarga se contemplaba la ejecución de casi diez mil órdenes de trabajo. Este incremento en la actividad conlleva la incorporación de alrededor de 1.200 empleados adicionales, que son contratados por unas 70 empresas especializadas. Sumados a los que habitualmente trabajan en la planta, hace que las jornadas punta de actividad lleguen a rondarse las 2.100 personas en sus instalaciones.

Este año coinciden dos recargas en la central, la próxima tendrá lugar en octubre en la Unidad I

De acuerdo a los datos facilitados por la central, cerca de la mitad de este personal (un 45%) procede de los municipios incluidos en las zonas 1 y 2 de la instalación. Son los más cercanos, aquellos que están en un radio de unos 30 kilómetros alrededor de la nuclear. «Existe un proceso consolidado mediante el cual se comunica a los ayuntamientos de nuestro entorno las fechas de la recarga para que las personas que viven en sus localidades puedan inscribirse, utilizando un formulario», precisan fuentes de la Central de Almaraz. Posteriormente, esta información se pone a disposición de las empresas colaboradoras que, en función de sus necesidades que tengan, contactan con las personas que mejor se adecúan a los perfiles profesionales demandados.

Un 14% adicional del personal contratado procede de otros puntos de Extremadura, mientras que un 38% proviene del resto de España. El 3% que queda es extranjero. 

Alrededor de dos terceras partes de estos operarios desarrollan labores de mantenimiento. De las demás áreas de actividad, la de protección radiológica y el departamento de Operación son las otras dos que suman más trabajadores. La mayoría de los perfiles requeridos son oficiales, seguido de técnicos y mandos intermedios. Por tramos de edad, el que va de los 18-27 supone un 18% del total, por un 21% que se mueve entre los 28 y los 37. Por encima de esa edad y hasta los 47 años suponen un 27% de los contratados y de los 48 a los 57, un 22%. Por último, el segmento que oscila entre los 58-67 años significa el 12% restante.

En términos económicos, la recarga se traduce en un desembolso que asciende a 38 millones de euros, entre gasto en combustible, equipos y personal. 23 millones van a parar a los trabajos estrictamente de recarga y los otros 15 millones a las inversiones destinadas a la mejora de la central. Si se hace la media, más de un millón de euros de inversión por día de parada. Al coincidir este año dos recargas, el desembolso rondará los 76 millones de euros.

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