La tasa de actividad emprendedora (TEA) ha descendido 1,5 puntos en Extremadura en 2018 con respecto al año anterior, por lo que se ha situado en un 4,9% y ha afectado por igual tanto a hombres como a mujeres. Este es el principal dato que se desprende del Informe GEM Extremadura 2018-2019, que se presentó ayer en Cáceres y cuyos resultados se han calificado de «bastante optimistas», debido a que la media de la TEA de Extremadura desde que se inició la recuperación económica (hace ocho años) permanece en un valor aceptable (5,7%).

La TEA en Extremadura fue del 6,4% en 2017, lo que supuso un incremento porcentual del 20,8% en un año, y se tradujo en una participación en actividades emprendedoras de más de 61.000 personas, de las cuales un tercio fueron mujeres. Esto supuso que el emprendimiento femenino bajó hasta el 4,4%. En los datos nuevos se iguala el masculino y femenino.

Este informe muestra que la intención de emprender (8,7%) sigue presente en la sociedad extremeña, al igual que en la sociedad española (6,8%). «El número de empresarios potenciales, es decir, aquellos que consideran emprender en los próximos tres años, ha aumentado nuevamente en 2018; concretamente en 1,1 puntos», según señaló el director técnico del Proyecto GEM Extremadura, Carlos Díaz Casero. Esto apunta a que la «bolsa» de emprendedores potenciales que se ha venido formando desde el comienzo de la crisis ha crecido este año un 15,5%, al contrario que las iniciativas emprendedoras.

VISIÓN POSITIVA / Además, el director técnico destacó que otros datos que apuntan a tener una «visión positiva» es el descenso de la necesidad de emprender por la situación económica como principal factor impulsor. En concreto, al analizar los motivos del emprendimiento extremeño en 2018, el 61,2% de las personas lo hicieron por oportunidad, un 26,6 por necesidad y el 12,2 restante por otros motivos. Y el informe apunta a que el descenso de la TEA extremeña se ha debido a la disminución de las tasas de oportunidad (3,9% frente al 3 de hace un año) y de necesidad (2,2% frente a 1,3). «Debemos ser cautos y esperar para ver si somos capaces de igualar las tasas de actividad previas a la crisis, que tuvieron de media el 7,5%», indicó Díaz Casero.

Como contrapunto, el informe muestra un incremento de la tasa real de cierres efectivos de negocios en un 25%. Además, según el informe el nivel tecnológico de las iniciativas ha descendido y no ha habido ninguna que cree 20 o más empleos.