Técnicos de los ministerios de Medio Ambiente e Industria han visitado hoy los terrenos de la mina de níquel de Aguablanca, en Monesterio (Badajoz), en el marco del estudio de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) para la explotación subterránea.
Fuentes sindicales han informado a EFE que los técnicos de Medio Ambiente e Industria han realizado un trabajo de más de ocho horas durante la jornada de hoy.
"La declaración de impacto ambiental es necesaria, es el paso previo para que la mina pueda ser explotada en galerías", ha dicho el delegado sindical de UGT en Aguablanca, Leocadio Núñez.
La Comisión de Industria del Congreso pidió al Gobierno, el pasado 29 de marzo, que presente, a ser posible, antes del 30 de abril la resolución de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) para que la mina Aguablanca de Monesterio no cierre y siga siendo rentable.
Los grupos parlamentarios del PSOE, Podemos-En Comú, Podem-En Marea, Ciudadanos, el Grupo Mixto y Democracia i Libertad (DiL) pactaron una enmienda dirigida a evitar el cierre de la mina, que afecta a 400 empleos entre directos e indirectos, y con el fin de que el nuevo Ejecutivo utilice de forma urgente todos los instrumentos de la legalidad vigente.
La empresa Río Narcea, filial de la multinacional canadiense Lundin Mining, que explota el yacimiento, ha decidido abandonar y cerrar la mina a pesar de que en septiembre habían anunciado que continuarían la extracción de mineral existente en las galerías subterráneas, una vez agotados los recursos en superficie.
Para llevar a cabo este proyecto, en el que se estima una producción de casi 3,2 millones de toneladas de níquel y una vida útil de unos tres años, la empresa presentó la correspondiente solicitud de declaración de impacto ambiental ante el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente, que está pendiente de ser aprobada.
La explotación minera afecta a la zona sur de Extremadura, al norte de Huelva, Sevilla y especialmente a los municipios de Monesterio, el Real de la Jara y Santa Olalla de Cala.
Sin embargo, Río Narcea anunció que abandonaba la explotación de la mina por cuestiones económicas y de rentabilidad, por lo que tanto sindicatos como administraciones buscan que otra empresa afronte el reto de la explotación en galería.
En este sentido, el consejero de Economía e Infraestructuras, José Luis Navarro, aseguró hace dos semanas que su departamento persiste en la búsqueda de una empresa que esté interesada en dar continuidad a la explotación de los trabajos subterráneos de la mina Aguablanca.
A preguntas de los medios, afirmó que la Junta está manteniendo "todos los contactos imaginables" con posibles empresas y "no sólo en España sino en China, Países Árabes y Sudamérica" para conseguir lo que sería la solución de los puestos de trabajos: "una compañía que quiera seguir con la explotación de la mina".
No obstante, pidió prudencia porque no es "nada fácil" encontrar una firma que entre en la explotación por solo tres años.
Asimismo, explicó que el grupo canadiense Lundin Mining, propietario de los derechos de explotación de la mina, ha elaborado una documentación "muy específica" dirigida a los posibles compradores.
"Se trata de que las empresas interesadas tengan la información de un solo vistazo y conozcan así todas las variables de una operación de este tipo", agregó el consejero.
