El teniente acusado de violación por una soldado profesional, durante unas maniobras acaecidas en el Piornal en mayo del 2000, negó ayer los hechos al titular del juzgado número 1 de Plasencia, donde su abogado insistió a la salida que "es completamente falso y además son hechos ya juzgados por el Tribunal Supremo". Fueron sus únicas declaraciones públicas tras hora y media de comparecencia ante el juez mientras el abogado de la acusación anunció que ha pedido la incorporación de lo actuado en la jurisdicción militar.
A ello se refirió el abogado del teniente de Infantería de Marina Iván Moriano, cuya familia procede de la localidad hurdana de Casar de Palomero, cuando habló de hecho juzgado porque el acusado ya ha sido condenado a cinco meses de prisión por el delito de abuso de autoridad y trato degradante en que basó su acusación Dolores Quiñoa en la jurisdicción militar. Fue el pasado mes de diciembre cuando la soldado añadió a los hechos de aquella noche la acusación de violación, coacciones y amenazas por la vía ordinaria. El abogado de la acusación rechazó ese argumento y recalcó que "así lo han visto también la fiscalía militar y la ordinaria". Frente a la versión del acusado, indicó que el teniente "ha dicho que no se acuerda de nada".
A CARA CUBIERTA Y POR DETRAS
La de ayer fue la primera declaración del acusado ante el juez porque en su anterior comparecencia antes de Navidades se acogió a su derecho de no declarar. A diferencia de entonces en que iba custodiado por agentes de la Guardia Civil porque permanecía ingresado en la prisión militar de Alcalá de Henares, ayer acudió ya en libertad y rodeado de familiares, si bien volvió a utilizar la misma puerta trasera donde le esperaba un R-8 con matrícula de Cáceres para acceder y abandonar los juzgados siempre con la cara cubierta por una capucha y un pasamontañas.
El juzgado número 1 está practicando las diligencias previas y su titular deberá decidir si archiva el caso o da trámite a una denuncia que ha saltado a la actualidad nacional y cuyo proceso realiza un juzgado placentino porque los hechos denunciados tuvieron lugar dentro de su partido judicial.
