Miguel de Cervantes definió en 'El Quijote' el refrán como "sentencias breves, sacadas de la experiencia y especulación de nuestros antiguos ancianos", y aunque lamentablemente la obra del complutense no esté entre las más leídas hoy día, los refranes sí que están entre lo más utilizado. Sirven para advertir, para enseñar y sobre todo para definir situaciones cotidianas.

Podríamos recurrir, por ejemplo, al conocido "a perro flaco todo son pulgas" para condensar la semana del ministro de Educación, José Ignacio Wert , envuelto en su enésima polémica. Esta vez ha sido por su propuesta de reformar el sistema de becas, con mayores notas de corte para recibir las ayudas. No sólo se oponen el Consejo Escolar y los rectores en pleno, sino sorprendentemente, todas las Comunidades Autónomas, incluyendo a las gobernadas por el PP. Consideran que una nota mínima más alta provocará que muchos alumnos tengan que abandonar los estudios al finalizar la etapa obligatoria. El ministro acepta rebajar la nota en Bachillerato, pero no en la Universidad, ante lo que muchos sentenciarían que "no hay peor ciego que el que no quiere ver"...

XSI WERT LLEVAx un año más que horribilis, los bancos suman un lustro... y lo que queda. La última ha sido la sentencia del Supremo sobre las cláusulas suelo, que irán cayendo como fruta madura en todas las entidades. Aquí podríamos decir que "nunca llueve a gusto de todos", porque al alivio de los hipotecados cuando vean disminuir sus cuotas se va a oponer al susto que se lleven quienes se acerquen a un banco a pedir un préstamo y vean los carteles de "Euríbor +3". "La banca siempre gana", y está claro que tratará de enjugar las pérdidas por las cláusulas suelo con el encarecimiento del crédito y otras "medidas de ajuste", que irán, como no, por los trabajadores. Es curioso que de un tiempo a esta parte las colas en los bancos han aumentado tanto como el tiempo de espera, el "echar la mañana en el banco", mientras las entidades insisten en que sobran empleados.

Los últimos, los del grupo de Caja Extremadura, Liberbank, que esta semana empezaban un ERTE, expediente temporal de empleo. La situación de las antiguas cajas me sugiere otro refrán: "no tires piedras contra tu propio tejado". Y es que parece que su estrategia la ha diseñado su peor enemigo, los bancos, que desde hace mucho han buscado quedarse con su pastel. Al final puede que hasta lo consigan, porque las cajas corren el riesgo de perder lo único que las diferenciaba: la proximidad. Si resulta que ya no son cajas sino bancos, si las decisiones no se toman ya en la región, si han cambiado los números de cuenta, han aumentado las comisiones y las cartas han dejado de llegar con el logotipo habitual... sólo falta que cambien al empleado de toda la vida para que uno sienta que ya no es "su caja" y acepte el juego de confiarle los ahorros al mejor postor. Es lo que tiene la búsqueda de resultados a toda costa, que puede ser como "jugar con fuego".

X"CON LAS COSASx de comer no se juega", pensarán los empleados públicos con la reforma de las administraciones que ha aprobado el gobierno de Rajoy . Una reforma que busca adelgazar el sector público y que en Extremadura no tendrá excesiva repercusión, como sostienen tanto la Junta como el PSOE. No sólo porque no hay mucho órgano que suprimir, sino porque la reforma no obliga a nada, y de hecho, Andalucía y Madrid han dicho que nones y Cataluña ha pedido que el que suprima organismos sea el Estado. Y de hecho, pudiera parecer que Rajoy "ve la paja en el ojo ajeno y no la viga en el suyo" cuando la reforma no dice nada del Senado o las Delegaciones del Gobierno. Con estas credenciales, resulta también raro que el gobierno dé ya la cifra de 37.000 millones de ahorro cuando aún tiene que negociar con las 17 comunidades.

Todo un misterio, aunque no le llega ni a la suela del zapato al "error" de Hacienda con las fincas de la Infanta Cristina y su ya famoso DNI de dos dígitos. Un caso que ha dejado a la Casa Real envuelta en una nueva polémica, a la Agencia Tributaria a la altura del betún y al ministro Montoro diciendo que no busquemos "fantasmas volando" porque era un error con los "deneises". Pero claro, cuando lees que la probabilidad de que 4 registradores se equivoquen y escriban por error y al azar el DNI de la infanta es de 1 entre 10 seguido de 30 ceros, un quintillón, es para recordar aquello de "piensa mal y acertarás", aunque no sepas ni cómo hacerlo ni en qué hay que acertar.