La topografía digital no es suficiente para delimitar las áreas susceptibles de inundaciones, sino que se requiere recurrir a la manual o clásica, según se recoge en una tesis doctoral elaborada en la Universidad de Extremadura sobre la delimitación de estas zonas en obras de ingeniería.

La tesis, de la que es autor Antonio Jesús García Conde, pretende delimitar las áreas inundables en trabajos de ingeniería llevados a cabo en cursos de ríos con el fin de garantizar obras más seguras.

Según García Conde, el desbordamiento de un río lleva consigo una serie de riesgos que pueden afectar gravemente tanto a construcciones como a la población en general.

El codirector de la tesis, Francisco Jesús Moral García, junto a Fernando López Rodríguez, ambos profesores de la Escuela de Ingenierías Industriales de la Uex, creen que la tesis demuestra que para delimitar las áreas susceptibles de inundación no es suficiente la topografía digital.

Ambos coinciden en que la topografía digital "puede dar lugar a llanuras de invasión no reales".

La innovación de este estudio ha sido aplicar nuevas distribuciones estadísticas nunca empleadas hasta ahora en hidrología pero sí en economía, renta o medicina.

Así, García Conde lleva a cabo una comparación exhaustiva de los caudales de agua resultantes del empleo de estadísticas tradicionales y otras más recientes.

Aunque el propósito es delimitar el caudal de agua y las áreas de inundabilidad en trabajos de ingeniería realizados en el curso de un río, la investigación tiene también como finalidad última garantizar obras más seguras.

A partir de los datos de cantidad de agua caída en distintas horas del día, los expertos realizan histogramas que ajustados con una función continua y contrastados con "test de bondad estadísticos" explican mejor el comportamiento de las lluvias para el cálculo de caudales en el régimen de precipitaciones propio de la provincia de Badajoz.

Además, de manera complementaria y con el fin de delimitar las llanuras de inundabilidad, se han comparado las técnicas propias de la topografía digital, mediante el único uso de medios informáticos, con fotografías y curvas digitales, y sistemas de información geográfico, con las delimitaciones que aporta la topografía manual o clásica.

Esta comparativa es importante porque ayuda a definir de forma más precisa las llanuras de inundabilidad o zonas de terreno que pueden ser cubiertas de agua en caso de crecidas, cuando por ejemplo, un curso de agua pasa por una población.

En este caso, la topografía clásica o manual, con mediciones in situ, se revela como la más adecuada ya que la topografía digital, pese a ser un instrumento de enorme utilidad no es válida para los estudios de inundabilidad porque proporciona una descripción sin la debida exactitud.