Cuando la cacereña Miriam Alonso Corraliza aguardaba el pasado martes la llegada del metro en la estación de Carabanchel, no podía imaginar que esa tarde su vida cambiaría para siempre. A sus 20 años, trabaja en una gestoría de Madrid como auxiliar administrativa --antes fue peluquera-- y se disponía a regresar a su piso de Fuenlabrada, que comparte con su hermano desde hace dos años, tras una dura jornada de trabajo. Eran las ocho. Y en segundos todo dio un vuelco. Un desequilibrado mental la empujó a la vía, sin mediar palabra, justo al paso de un convoy. Tras ser arrollada por el metro, Miriam ha perdido la pierna izquierda entera y sufre desgarros en la derecha. Tras varias intervenciones y transfusiones de sangre, su estado era ayer "muy grave", según fuentes del Hospital 12 de Octubre.

Conmoción en Logrosán

En Logrosán, el pueblo de los padres de Miriam --Manuel y Catalina-- y de toda su familia, y donde la joven ha residido toda la vida antes de trasladarse a la capital de España, la conmoción es total. Los familiares más cercanos viajaron a Madrid a lo largo de la noche del martes y la mañana del miércoles para estar junto a ella.

La forma en que los padres conocieron los hechos es cuando menos singular. Quien se puso en contacto con ellos fue una persona que tuvo conocimiento del suceso a través de los medios de comunicación, informa EP.

A partir de ese momento, iniciaron una ronda de llamadas por todos los hospitales hasta que lograron dar con ella en el 12 de Octubre. Inmediatamente después, los padres se trasladaron a Madrid pero no recibieron ninguna explicación. Sólo un médico les entregó un papel en el que figuraba un número de teléfono, indicándoles que llamaran a partir de las ocho de la mañana. Al llegar dicha hora, hablaron con la policía y sobre las diez y media se personaron en el hospital los dos inspectores encargados del caso.

"La familia quiere saber lo sucedido, qué va a pasar con la persona responsable del empujón y pide que se actúe", explicaron fuentes cercanas a la familia. A pesar de estar "destrozados", los parientes de Miriam muestran "mucho coraje" y se mantienen unidos frente a la desgracia, pidiendo que "la justicia actúe", añaden.

El autor del fatal empujón, Jorge R. V., de 23 años y vecino de Fuenlabrada, está detenido. Tras su acción, este universitario sin vínculas aparentes con Miriam se quedó en el andén hasta que llegó la policía y no opuso resistencia. Jorge R. V. pudo sufrir un arrebato de locura ya que al ser preguntado por los agentes se limitó a responder frases entrecortadas, inconexas y sin sentido. La familia del agresor asegura que es una persona "muy normal" y "tranquila", y que nunca había protagonizado altercados, informa El País.

Una familia emigrante

Miriam Alonso nació hace 20 años en el hospital de Cáceres, como tantos habitantes de la provincia, pero siempre vivió en Logrosán. Se trasladó a Madrid de la mano de sus progenitores --su padre trabajaba en la construcción-- y cuando éstos emprendieron camino de vuelta a su localidad de origen, Miriam y su único hermano prefirieron labrarse un futuro mejor en la capital. El martes, se topó la tragedia en el andén de una estación de metro. Ahora lucha por sobrevivir.