Es el octavo año que Familia Misionera acude a Las Hurdes en Semana Santa para ayudar a su párroco, Angel Luis, que tiene más de diez localidades a su cargo. Es una forma diferente, según cuentan, de vivir estos días en este Año de la Fe: propiciar en el corazón de las personas y en el suyo propio una experiencia personal de encuentro con Cristo vivo y con su amor.

Los misioneros traen un obsequio de Perú para la madre Virginia, del Cotolengo. Además, uno de los sacerdotes que acompaña a los misioneros ha sido invitado a hacer el novenario de la Virgen de la Montaña, patrona de Cáceres. "Eso demuestra la calidad de las personas que vienen", dice Angel Luis "y lo mucho que se las aprecia", afirma.

En España, casi 750 misioneros apoyarán a 22 párrocos en localidades de 10 provincias de la mano de esta iniciativa del Regnum Christi y los legionarios de Cristo al servicio de la Iglesia. El equipo de Familia Misionera en Las Hurdes cuenta este año con 10 familias que proceden de Madrid, 30 personas (22 jóvenes y adultos y 6 niños), de quienes Angel Luis destaca el entusiasmo y la esperanza que aportan a la vivencia de la fe entre sus feligreses: "En estos pueblos en los que en el día a día no ocurren cosas extraordinarias, la presencia de las familias misioneras ayuda a fortalecer y revitalizar la fe de las personas sencillas, ayuda a sentirnos arropados: la fe en comunidad se vive mejor", señala.