Tres de cada diez los asalariados que trabajan para la la Administración tienen un contrato temporal. Un dato que sitúa a Extremadura a la cabeza en temporalidad en el empleo público, según un informe del Consejo Económico y Social (CES) tomando como base los datos del tercer trimestre del 2004 de la Encuesta de Población Activa. Este porcentaje (30,7) está diez puntos porcentuales por encima de la media nacional (20,5).

En la región hay 14.243 trabajadores de las administraciones que tienen este tipo de contrato, de los un 50,2% son desempeñados por mujeres. Según dicho informe, presentado en unas jornadas organizadas por el Consejo Económico y Social (CES) sobre la temporalidad en el sector público, Extremadura, Castilla-La Mancha, Canarias y Andalucía son las comunidades autónomas con mayor tasa de temporalidad en el sector público, mientras que Cataluña y Madrid son las que menos.

A nivel nacional, los datos del CES apuntan a que la temporalidad en el sector público ha aumentado fuertemente desde 1987, hasta situarse en el 22,8%, más del doble de la que existía entonces. El incremento es especialmente intenso desde 1997, donde la tasa de temporalidad se ha incrementado en 6,6 puntos. Asimismo, se observan diferencias importantes entre las distintas Administraciones Públicas, pues la central tiene una tasa de temporalidad del 12,9%; la autonómica, del 23%; y la local, del 31,3%, informa Efe.

UNA DATO SIMILAR Los resultados del informe elaborado por el CES por encargo del Ministerio de Trabajo, coinciden en parte con un reciente estudio elaborado por Comisiones Obreras sobre el mercado laboral en España. En ese trabajo se desvelaba que casi el 40% de los asalariados extremeños tenía un contrato en precario, un aspecto que se repite sobre todo en el sector público, donde la tasa de temporalidad --asalariados con un contrato temporal-- llega al 33%.

El estudio sindical, llevado a cabo tomando como referencia el periodo comprendido entre 1996 y el 2003, destacaba el hecho de que la evolución en el empleo se fue agravando con el paso de los años, hasta llegar a alcanzar una tasa de temporalidad del 38,9% en el 2003, casi 3 puntos más que en 1996.

Según Comisiones Obreras, las causas de esta elevada temporalidad en la región, tanto en el sector público como en el privado, hay que buscarlas en el potencial peso específico de la agricultura y la construcción, frente a la escasa relevancia de la industria. El informe señalaba que estos parámetros son síntomas de un mayor empleo precario.

Para frenar este avance, los sindicatos plantean rebajar este procentaje en el sector público y en la construcción, sectores que en los últimos ocho años han generado más del 60% del empleo temporal creado.