La consejera de Educación y Empleo, Esther Gutiérrez, dijo ayer en una comparecencia a petición propia en la Asamblea que la dotación del Plan de Empleo Joven sumará 3,4 millones de euros más, hasta alcanzar los 20 en total, debido a la «buena aceptación» que ha tenido. Como ejemplo, citó el programa de contratos en prácticas para jóvenes titulados, del que se han aprobado 179 proyectos que han generado 221 puestos de trabajo «de gran valor, tanto por el salario (1.600 euros mensuales) como por la posibilidad de que el joven estabilice su empleo».

Según la consejera, la ejecución de este plan marcha «a muy buen ritmo» y las políticas activas de empleo para jóvenes están, desde el 2015, «rindiendo más y mejor», si bien insistió en que es necesaria la ayuda del Gobierno para avanzar mucho más.

Así, señaló que en estas políticas han participado unos 17.000 jóvenes, un 20% más que en la legislatura anterior. Apuntó además que durante 2017 todos los indicadores coinciden en señalar un descenso del desempleo entre los jóvenes, un incremento de la contratación y la afiliación y una caída de la tasa de abandono escolar. Por ello afirmó, «sin aspavientos y con mesura», que el pasado año fue «bueno para el empleo joven», si bien aún quedan muchos aspectos por mejorar porque la tasa de paro sigue siendo la más alta del país en el 42,3%.

Para la oposición sin embargo, la realidad del empleo juvenil es muy distinta. Desde el PP, la diputada María Ángeles Muñoz tachó a la consejera de «Alicia en el país de las maravillas», pues Gutiérrez es la máxima responsable de que la juventud en la región sea «una especie en peligro de extinción». Por su parte, el diputado de Podemos Daniel Hierro criticó que el plan de empleo joven se centre en la formación cuando el paro, la precariedad y la emigración son los principales problemas del colectivo.