El Tribunal Superior de Justicia de Madrid tendrá que estudiar si la Central Nuclear de Almaraz (CNA) tiene permiso para almacenar residuos contaminantes en sus propias instalaciones, algo que hace desde su puesta en marcha. Así lo establece una sentencia del Tribunal Supremo que estima el recurso interpuesto por la Agrupación de Municipios Afectados por Centrales Nucleares (Amac), una asociación que entiende que según la actual normativa hay nueve nucleares --entre ellas la extremeña-- que no deberían almacenar estos productos durante más de 150 días.

En un primer momento la sentencia del TSJ de Madrid rechazó los argumentos y pruebas presentadas por Amac y concluyó que "la autorización de la propia central nuclear conlleva el almacenamiento, tanto inicial como intermedio, sin que sea necesaria otra nueva autorización". También rechazó los informes técnicos que presentaron estos municipios, entre otras cosas porque avalan un documento "hecho por una persona que sólo tiene como fuerza sus conocimientos y la creencia de que es el único que está en posesión de la verdad". Con todo, concluye que la autorización inicial del Consejo de Seguridad Nuclear es suficiente y avala la presencia de estos residuos en la centrales nucleares.

DERECHOS LESIONADOS Para el Tribunal Supremo, el hecho de que el tribunal madrileño ni siquiera haya admitido el proceso a prueba "revela que se lesiona el derecho" de Amac. Hasta tal punto es así que el Supremo llega a decir que los recurrentes han sufrido "una real y efectiva indefensión" porque la sala autonómica "limita sus derechos constitucionales a alegar y probar en el proceso".

Con todo, admite el recurso de casación presentado por Amac y obliga al TSJ de Madrid a retomar el caso y a analizar las pruebas presentadas por los municipios situados en el entorno de las centrales nucleares.

Los informes presentados por la Agrupación de Municipios sostienen que cualquier almacenamiento de residuos de más de 150 días "hubiera requerido autorización expresa, distinta y adicional" de la que conllevaba el permiso de construcción y funcionamiento de la central, que sólo serviría "para los 150 días necesarios para el enfriamiento inicial".

Por el momento la CNA ha declinado hacer ningún comentario al respecto.

Actualmente los residuos sólidos altamente radioactivos se guardan en piscinas, dentro de las mismas centrales nucleares. Sin embargo, es previsible que se llenen a medio plazo, por lo que Enresa está buscando ubicación para un cementerio nuclear. El municipio que acepte acoger este almacén recibirá 12 millones de euros anuales durante al menos 80 años.