La Unión de Consumidores de Extremadura-UCE denuncia el uso fraudulento que hacen los concurso de televisión de los número de teléfono que empiezan por 905. Según la organización, más de un centenar de extremeños han denunciado en los últimos seis meses haber sufrido una estafa tras participar en algún concurso televisivo que usa esta técnica, informa la agencia Efe.UCE-Extremadura, que ha presentado el número 44 de la revista Consumidores --en la que se recoge un informe sobre la proliferación de los concursos televisivos que utilizan los teléfonos 905--, explica que este número está destinado, según la legislación vigente, a llamadas masivas para encuestas o telefoto, pero que sin embargo se utiliza para concursos televisivos en canales tradicionales y en muchos de la nueva TDT, una práctica que vulnera frontalmente los derechos de los consumidores, según Javier Rubio, secretario general de la entidad.La técnica del fraudeRubio explica que este tipo de concursos retan a contestar preguntas extremadamente fáciles del tipo "de qué color era el caballo blanco de Santiago" y suelen ofrecer premios de dinero en metálico.Tras lamentar dejar al concursante en espera, mediante una alocución grabada, le invitan a aguardar unos minutos para entrar en breve en antena, algo que no suele suceder, por lo que, pasados dos o tres minutos, éste suele colgar, especifica Javier Rubio.Sin embargo el fraude se produce, según el informe de UCE, mediante el "secuestro" de la línea del concursante, que continuará remarcando el 905 sin consentimiento del usuario, hasta que termine el programa, es decir unos 35 ó 40 minutos, con lo que facturarán hasta 250 llamadas, a un precio cada una de ellas que puede rondar los 0,90 euros.El consumidor no se enterará del fraude hasta algunas semanas después cuando le llegue la factura del teléfono y compruebe que su llamada al concurso televisivo le ha costado más de 200 euros.UCE pide no participar en estos concursosEl secretario general de UCE-Extremadura hace una llamada a la ciudadanía para que no participe en este tipo de concursos e insta a quienes hayan sido objeto de esta "estafa" a que presenten sus reclamaciones ante la Junta Arbitral de Consumo.En ese sentido, considera muy acertado el criterio que sigue este organismo al considerar a la compañía telefónica como "colaborador necesario en este fraude", pues es la que factura y se enriquece con él, además de que dispone de medios técnicos que no usa para detectar esta práctica y alertar a sus clientes.Explicado también que los afectados pueden personalmente presentar denuncia ante los tribunales por estos hechos, ya que están ante un presunto delito de estafa.Por último, Rubio reclama al Gobierno una normativa que proteja a los consumidores en un ámbito, el de las nuevas tecnologías, en el que "casi a diario aparecen nuevas formas de engaño que basan su eficacia en la absoluta falta de información que recibe el usuario".