La decisión todavía no está tomada. Mientras las universidades de Andalucía y Navarra, así como la Autónoma de Barcelona, han anunciado ya la suspensión de las clases presenciales en lo que queda de curso, la decisión en la Universidad de Extremadura se aplaza, por ahora, hasta después de Semana Santa.

«A pesar de las noticias que se están produciendo en otras universidades, la Universidad de Extremadura no va a tomar, de momento, la decisión de que el curso actual va a finalizar con docencia no presencial», explicó ayer el rector de la institución extremeña, Antonio Hidalgo.

Asi se ha decidido teniendo en cuenta varios factores. «En primer lugar, mañana (por hoy) empieza el periodo no lectivo de Semana Santa que abarca desde 6 al 13 de abril. En segundo lugar, el día 11 el presidente del Gobierno debe informar sobre la prórroga o no del estado de alarma. Y en tercer lugar, ya está anunciada una segunda reunión de la Conferencia General de Política Universitaria. Por lo tanto, será a la vuelta de Semana Santa cuando dispondremos de información más adecuada para tomar la decisión de acuerdo con lo que marquen las autoridades sanitarias en ese momento y en coordinación con la autoridad regional», detalló el rector de la UEx.

EL PESO DE LOS EXÁMENES / Antonio Hidalgo insistió en que la próxima semana no es periodo lectivo, por lo que la espera en tomar la decisión «no va a producir ningún efecto negativo». Avanzó, además, que la universidad extremeña comenzó a trabajar el pasado lunes en modificar los sistemas de evaluación incrementando las actividades de evaluación continua de nuestros alumnos. «De esta forma, rebajaremos o pretendemos rebajar el peso de los exámenes finales cuya asistencia o forma de realizar resulta en estos momentos incierta». Esta es la posición de la Universidad de Extremadura después de la reunión «telemática» que mantuvieron ayer el Ministerio de Universidades y las comunidades autónomas para estudiar qué hacer con las clases universitarias. La conclusión -si es que acaso hubo alguna- es que la evolución de la pandemia en España, y en el mundo, es «imprevisible y hay que estar preparados para todos los escenarios». Cada universidad, en función de sus posibilidades, determinará la vigencia de la enseñanza online que están poniendo en práctica -al menos, en teoría- desde que se decretó el cierre total de la educación presencial.

Cada universidad tiene autonomía para decidir qué hacer, como ya se sabía antes de la reunión. Hay muchas que ya se están pronunciando, como la Autónoma de Barcelona (UAB) y la de Andalucía y la de Navarra, que ya han anunciado que descartan las clases presenciales antes de que acabe el curso de manera oficial. Hay otras que, sin embargo, siguen sin tomar una decisión al respecto, como la universidad del País Vasco o la de Extremadura, que sigue esperando a ver cómo evoluciona la pandemia, el estado de alarma sanitaria y el confinamiento en los hogares.

El consejero de Economía. Ciencia y Agenda Digital, Rafael España, se comprometió ayer en la Conferencia General de Política Universitaria a que Extremadura finalizará el curso universitarios con todas las garantías, ya sea en modo presencial o online y para ellos la Junta de Extremadura y la UEx, en coordinación con el Gobierno central arbitrarán «las medidas y soluciones oportunas», señala el Ejecutivo regional en una nota.

«El sistema universitario ha demostrado su calidad y solidez en estas circunstancias excepcionales mostrando su resiliencia al adaptarse a la docencia no presencial en muy poco tiempo, lo que debe llevarnos a todas las instituciones a ser conscientes de que es necesario, se puede y se debe aumentar y avanzar en la docencia online de cara al futuro», señaló España.

INFORMACIÓN / El acuerdo de ayer insta a las facultades a informar tanto a sus alumnos y alumnas como a los docentes de las medidas que adoptarán de cara a los exámenes finales para hacerlo con «la debida garantía». «Se deberán tener en cuenta las condiciones propias de cada estudiante para adaptarse a las modalidades de enseñanza y evaluación que se decidan», explicaron ayer fuentes del ministerio que dirige Manuel Castells. Es de suponer que todos los centros ya estén trabajando en un posible modelo de evaluación virtual por si hubiera que utilizarlo. Respecto a las prácticas presenciales que forman parte esencial de algunas enseñanzas universitarias deberán adaptarse a las posibilidades de realización, tanto en la forma como en sus tiempos, y podrían desplazarse al curso siguiente (2020-2021) o a los meses de verano.

Aunque cada centro tiene autonomía para decidir sus planes respecto a cómo y cuándo finalizar el curso, ya sea presencial u online, el ministerio y las autonomías acordaron realizar un esfuerzo para coordinar y complementar las políticas de todas las comunidades intercambiando experiencias y metodologías. De hecho, Castells instó a los responsables autonómicos de la educación universitaria a mantener otra reunión el próximo 15 de abril.

Aunque los estudiantes tienen otro punto de vista, el comunicado de Universidades hace hincapié en la solidez del sistema universitario español, su calidad y su flexibilidad. «Agradezco personalmente a toda la comunidad universitaria el extraordinario y generoso esfuerzo que están poniendo en hacer que la vida siga mientras superamos la pandemia», explicó Castells, que destacó la idea de que se están tomando todas las medidas para que ningún universitario pierda el curso. El ministro subrayó que cualquier decisión que tomen las facultades será respetada por el Gobierno siempre que se ajusten a las medidas decididas por Sanidad en función de la evolución del coronavirus.