La nueva Organización Común del Mercado (OCM) del vino es un "fracaso" por los excedentes y la bajada de precios que ha generado, según la Unión Extremeña de Cooperativas Agrarias (Unexca), que solicita la retirada del vino en forma de destilación de crisis y una línea de créditos para afrontar próxima vendimia.

Según recoge la agencia Efe, las cooperativas vitivinícolas extremeñas tienen el 15 por ciento de vino de la anterior campaña almacenado -1,1 millones de hectolitros- y la situación se agravará en breve, cuando comience la vendimia a finales de agosto, detalla el presidente sectorial de Unexca, Calixto Gajardo.

Según Gajardo, más de 5.000 viticultores extremeños tienen problemas para liquidar a los socios el precio de la uva y no cobran las ayudas hasta septiembre u octubre, de modo que poseen una posición "mucho menos competitiva".

Mientras tanto, la llamada ficha financiera, que premia el arranque, o el chequeo médico, han desviado las partidas presupuestarias y han provocado que Extremadura haya pasado de recibir 40 millones de euros, en materia de ayudas directas al sector, a 23 millones.

Respecto a la destilación de crisis, explica que podría utilizarse para fines industriales o para biocarburante, con el fin de que el producto no suponga una competencia desleal al alcohol de uso de boca y reducir las existencias en los mercados de los países de la UE.

Aunque el sector vitivinícola extremeño pasa por su situación más "dramática", ni el Gobierno central y autonómico contemplan la posibilidad de reivindicar esta medida en instancias comunitarias, manifiesta el responsable de Unexca.

Por otro lado, Gajardo subraya que dentro de la medida de destilación de vino para obtener alcohol de uso de boca, la región dejará de percibir un "importante montante económico" y los 700 euros por hectárea anunciados no serán extensibles a más del 25 por ciento de la superficie de cada explotación vitivinícola.

No obstante, en su opinión, la OCM promocionará la comercialización de vinos en terceros países, mediante una ayuda de 16 millones de euros, que beneficiará a las grandes empresas de distribución, junto a otra ayuda para la producción del mosto italiano.

Mientras que Bruselas promociona los vinos de otros países, han desaparecido las ayudas al almacenamiento privado, subproductos y restituciones a la exportación, esenciales para España, según Gajardo.

Subrayado también que las cooperativas pidieron una potenciación de la figura de las Organizaciones de Productores Vitivinícolas (OPV), para agilizar la gestión de la nueva OCM, que no se ha otorgado, y los productores tienen muchos retrasos en el cobro de las ayudas.

Por ello, exige el establecimiento de una línea de ayudas, paralela a las que desarrolla el Instituto de Crédito Oficial (ICO) en otros sectores, por las "numerosas complicaciones burocráticas" que encuentran los que optan por solicitar dichas ayudas.