La renta de los profesionales del campo extremeño siguió descendiendo en el 2006, con la consiguiente pérdida de empleo, debido fundamentalmente a los malos precios, pese a que fue un año mejor que el "catastrófico" ejercicio de 2005, según la organización agraria UPA-UCE Extremadura. Así lo expusieron en un desayuno de trabajo los secretarios de la organización agraria a nivel extremeño, Ignacio Huertas, y nacional, Lorenzo Ramos, informa Efe.

A falta de datos de Extremadura, la renta agraria descendió el año pasado en España, en términos reales, teniendo en cuenta el Indice de Precios al Consumo (IPC), un 2,48%. Estas circunstancias han provocado la reducción de los activos del campo en 80.000, 8.000 en la comunidad extremeña.

El año pasado fue de producciones normales en la mayoría de los cultivos extremeños debido a una mejor climatología y por haberse recuperado la reserva de agua, y solo hubo algunos problemas en el viñedo, el maíz, el tabaco y el tomate.

La reforma de la OCM de este sector y de otros, como el viñedo, unido a la pérdida de renta, tienen sumido al sector en una constante incertidumbre y "paralizado", según Huertas, ya que no puede planificar a medio plazo. A juicio de Lorenzo Ramos, cualquier otro sector se hubiera "hundido" si hubiera soportado los cambios habidos en el campo desde hace seis años.

Advirtieron de que el primer año de entrada en vigor del concepto del desacoplamiento, en aplicación de la reforma intermedia de la PAC, ha traído como consecuencia que 13.000 hectáreas, sobre todo de cereales de secano y trigo, se han dejado de sembrar en Extremadura. Según Ramos, el desacoplamiento, al contrario de lo que se dijo en el 2003, no ha provocado un aumento de los precios por el descenso de la siembra.

Para paliar en parte el panorama, Huertas pidió ayer que los 1.014 millones de euros que Extremadura tiene para desarrollo rural sean fundamentalmente para medidas agrarias, como la puesta en marcha del contrato de explotación.