Poner una cifra a algo tan intangible como la calidad de vida. Este es el encargo que le ha hecho el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, al Consejo Económico y Social, un órgano de carácter consultivo al que ahora se le quiere dar un mayor protagonismo.

El texto del futuro Estatuto de Autonomía consolida e impulsa el papel de este consejo, en el que están representados los empresarios, los sindicatos y expertos de varios ámbitos, como el universitario. Si hasta ahora emitía dictámenes solo de algunas de las leyes aprobadas por el parlamento, desde este momento su elaboración será la norma general. Además, será el consejero del ramo en cuestión el encargado de defender su contenido.

Desde hoy tendrá más peso y entre sus competencias se encuentra moderar debates públicos sobre cuestiones relevantes para la comunidad. El CES podrá plantear al gobierno regional inquietudes sociales al menos una vez al año, puesto que asistirá siempre al primer Consejo de Gobierno tras el Día de Extremadura, el 8 de septiembre.

Además, el presidente de la Junta le hizo ayer un encargo: poner cifras a la calidad de vida que se disfruta en Extremadura, mediante la fusión de diferentes parámetros como los salarios, el gasto en vivienda, en transporte, o la cesta de la compra.

El CES es un órgano consultivo hasta ahora poco conocido, tanto que su presidente, Santiago Hernández, reconoció ayer que hasta unos meses antes de su nombramiento en abril no sabía de su existencia.