La burbuja de ventas que ha disfrutado el sector del automóvil durante el último año ha pinchado. Durante el pasado mes de julio los concesionarios de la región apenas matricularon un millar de coches, la mitad que en el mismo mes del año anterior. La finalización del plan de ayudas de las administraciones públicas, sumado al incremento del IVA y la mala situación de las economías familiares, han dado al traste con 13 meses de continuas subidas de las ventas de turismos y todoterrenos en Extremadura.

Los profesionales del sector ya lo habían advertido. Así, a principios de junio el presidente de la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor (Ganvam), Juan Antonio Sánchez Torres, manifestó su temor a que la confluencia en el tiempo del fin de las ayudas del Plan 2000E y la subida del IVA provocase un "derrumbe" de la demanda de coches durante el segundo semestre del año. No obstante, desde esta organización confiaban en que la industria y los concesionarios "aguantaran" en julio y agosto gracias a la inercia positiva de los últimos meses.

Pero sus previsiones han fallado y las ventas se han desmoronado en las últimas semanas. Según los datos dados a conocer ayer por Ganvam y la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles (Anfac), en julio se matricularon 1.032 turismos y todoterrenos en Extremadura, frente a los 2.016 del mismo periodo del 2009. Este descenso, próximo al 50%, no solo supone un cambio de tendencia, tras 13 meses de subida en las ventas. También es la tercera mayor caída registrada en todo el país. Solo los concesionarios de Navarra y Asturias han sufrido un descalabro mayor, mientras que Canarias y Madrid son las únicas comunidades autónomas con una evolución positiva en el número de matriculaciones.

El presidente de Ganvam reconoce que durante los últimos meses el mercado estaba sostenido artificialmente por los incentivos del Plan 2000E y el adelanto de compras por la subida inminente del IVA. "Era un espejismo de recuperación", admite Sánchez Torres, "con espectaculares cifras de crecimiento que no se correspondían con la realidad, sino con un hecho coyuntural como era el programa de incentivos".

PESIMISMO Los concesionarios de la región coinciden con la patronal a la hora de identificar las causas de esta caída de las ventas. Así, apuntan como principal motivo a la finalización del plan de ayudas que permitía a los compradores ahorrarse hasta 2.000 euros en la adquisición de determinados vehículos. También lo achacan al pesimismo económico y la "crispación social" o a las restricciones crediticias: "los bancos de mantienen el grifo de la financiación cerrado", explica Lorenzo Ose, de Automoción del Oeste, una cadena de concesionarios con varios establecimientos en Extremadura y que comercializa marcas como Mercedes o Mitsubishi. "El paso de clientes por la exposición es prácticamente nulo, sobre todo en lo que se refiere a vehículos nuevos. La gente busca automóviles seminuevos o de segunda mano para salir del paso. Y aún así, prefiere reparar antes que comprar", explica Ose. "La demanda ha bajado muchísimo en los dos últimos meses", coincide Miguel Sevilla, gerente de Divasia, concesionario oficial de KIA en Cáceres.

Los malos resultados de julio han provocado que el pesimismo se instale en el sector. "Las perspectivas son malas, porque junio y julio son tradicionalmente los mejores meses del año en ventas. "En agosto apenas hay operaciones porque la gente está de vacaciones y septiembre y octubre son meses de contención del gasto familiar", explican desde Automoción del Oeste.

Ante esta situación, el sector reclama un nuevo esfuerzo a las administraciones para incentivar el mercado de la automoción. "Las ayudas nos benefician a nosotros pero también al Estado, que incrementa su recaudación a través del IVA y del impuesto de matriculación", sostiene Miguel Sevilla. "Tienen que hacer algo. Somos un sector estratégico y los concesionarios no podemos realizar más esfuerzos. Estamos vendiendo con grandes descuentos a precios de producción", asegura Lorenzo Ose.