Juan Belmonte (1892-1962) se suicidó con una pequeña pistola de cachas de nacar en su finca sevillana de Utrera. Fue uno de los grandes toreros del siglo XX y casi puede decirse que tenía asegurada la inmortalidad cuando en el futuro alguien hablara de toros. No debía pesar en su ánimo nada de su legado cuando decidió matarse. Sobre su trágica condición gira Belmonte , una recreación de la vida del famoso torero en clave de danza con la que el director de escena Esteve Ferrer se estrena también en esta disciplina. La compañía del bailarín y coreógrafo Rubén Olmo debuta hoy en el Auditorio de Cáceres con este montaje.

HITOS VITALES Belmonte naturalmente no reúne todos los hechos de la vida del diestro sino retazos de esa vida, algunos de los hitos vitales cómo su enfrentamiento con Joselito, su estilo de toreo y su aportación al mundo taurino, y su relación con las mujeres.

La compañía de Rubén Olmo está compuesta por 12 bailarines (6 hombres y 6 mujeres) que proceden de la técnica clásica española y flamenca y de las disciplinas de veteranos de la talla de Antonio Canales, Joaquín Cortés, Rafael Amargo y el Ballet Nacional de España.

Para la realización de este montaje han llevado a cabo una labor de documentación de época y sobre el torero con la que pretendían ajustarse a la realidad que recrean. El presupuesto de este proyecto asciende a los 280.000 euros, aportados en parte por la propia compañía.