Con más energía que pereza se enfrentaron ayer niños y mayores al primer día de colegio tras unas largas vacaciones en las que a alguno le ha dado tiempo a perder hasta dientes, como a Jorge. "Se me ha caído uno esta mañana --por ayer--", contaba el pequeño que ayer comenzó tercero de Infantil. ¿Tenías ganas de empezar el cole? "No quería venir porque mi madre no me dejaba dormir más", respondía alegre mientras correteaba pasadas las 14.00 horas por el patio del colegio Alba Plata de Cáceres junto a sus padres, que agradecen volver a la rutina.

También Samuel salía contento de este cole bilingüe pese a que acababa de estrenarlo. "Soy nuevo porque antes vivía en Serradilla y tenía muchas ganas de conocer a mis amigos", contaba ilusionado vestido con la camiseta del Madrid. Ayer comenzó 5º de Primaria sin apenas pegar ojo la noche anterior. "Estaba muy nervioso por el primer encuentro con sus compañeros", precisaba su madre. "Yo tenía ganas de ver a mis amiguitos", decía impaciente Lucía de solo 5 años; el mismo motivo que tenían Ana y Miguel, de 1º de Primaria, para poner fin a las vacaciones sin perder la sonrisa.

Y si los hijos estaban contentos, los progenitores, no menos. "Las cinco horas que pasan aquí son estupendas para nosotros", comenta un padre a las puertas del Alba Plata, un centro que abrió ayer el curso con los "ánimos caídos" por el recorte de dos docentes nativas que a las horas ya estaban reincorporadas. "En unos días volverán y todos felices", según la secretaria. Unos metros más allá, en el colegio Cervantes también arrancaron con las dudas sobre el futuro comedor escolar y el arreglo del patio, dos cuestiones ajenas a Aurora, Carlos, Virginia y Cristian, cuatro hermanos ansiosos por volver al cole.

Pero no solo Infantil y Primaria regresó ayer a clase, también lo hicieron los estudiantes de ESO, aunque en la mayoría de centros solo tuvieron una jornada de presentación. Y es que el 13 de septiembre era una fecha marcada en rojo en el calendario de más de 140.000 extremeños. El inicio del curso pone fin a la soledad de las aulas y da la bienvenida a la "necesaria rutina".