Por fin se empezó a hablar del convenio. Es lo que trasladaban ayer tanto las organizaciones agrarias como los sindicatos tras la reunión que mantuvieron para, ya sí, entrar al fondo de la cuestión, analizar el articulado del último convenio y evaluar qué cambios quiere introducir cada una de las partes. La mesa de negociación está integrada por representantes de las organizaciones agrarias Apag Extremadura Asaja, Asaja-Cáceres, UPA-UCE y COAG, y por los sindicatos CCOO y UGT.

Han pasado más de cinco meses desde que se abrió la negociación colectiva, pero hasta ahora las conversaciones, muy enconadas, se habían centrado en la trasposición del decreto del salario mínimo a las tablas del campo y cómo se llevaría a cabo la subida aprobada por el Consejo de Ministros. Zanjado ese tema, con laudo incluido, ayer tocaba sentarse de nuevo y, quizás por rebajar la tensión de los últimos encuentros, no se entró al fondo de algunas de las cuestiones que generan más enfrentamientos como el tema de la jornada laboral diaria y anual.

Sí que se abordaron otras cuestiones sobre las que, aunque no hay acuerdo cerrado, sí que hay mejor sintonía: el registro horario y la tarjeta profesional. Sobre el registro horario, la opción más factible parece estar en que se haga mediante un control de firmas a la entrada y la salida, que puede llevar a cabo el encargado de la cuadrilla. En cuanto al tema de la tarjeta profesional (se conoce por sus siglas, TPA), organizaciones agrarias y sindicatos, coinciden en la necesidad de ponerla en marcha.

«Es necesario para conocer la formación y la experiencia que tiene cada trabajador», afirmó el presidente de Apag Extremadura Asaja, Juan Metidieri. Destacó además que la negociación haya vuelto a unos «cauces normales» de diálogo con vocación de alcanzar acuerdos.

Acuerdo global

También destacó el ambiente de «normalidad» el dirigente de UPA-UCE, Ignacio Huertas: «ha sido una reunión muy positiva. Después de estar atascados en dos puntos todo este tiempo por fin hemos podido ver el convenio en su conjunto», destacó. Apeló además a la necesidad de alcanzar «un acuerdo global» sobre el documento y a buscar «un buen acuerdo para todos» y conseguirlo cuanto antes.

Por su parte el líder de Asaja Cáceres, Ángel García Blanco, criticó que «las centrales sindicales siguen sin aceptar el incremento de la jornada laboral» que él considera necesario «para poder recuperar así la productividad perdida».

Por parte de los sindicatos, el dirigente de UGT, Miguel Talavera, señaló que «es el momento de alcanzar un buen acuerdo para los trabajadores» y aventuró que «aunque la negociación que queda por delante no va a ser fácil, al menos ha llegado la cordura».

Organizaciones agrarias y sindicatos se reunirán de nuevo a final de mes para empezar a decidir ya sobre puntos concretos del convenio.

Al margen de la reunión, el Juan Metidieri, solicitó a los integrantes de la mesa que se adhirieran a un escrito de condena al asalto a la sede de Apag Extremadura Asaja por parte la Asociación 25 de marzo, a principios de junio. Lo firmaron todas las organizaciones agrarias, pero no los sindicatos, aunque sí mostraron su solidaridad.