La vendimia se retrasa y todo apunta a que la producción de uva será entre un 10% y un 25% inferior con respecto a la cosechada del año pasado, según estimaciones de las principales organizaciones agrarias extremeñas. Eso sí la calidad será buena, según subrayan todas las fuentes consultadas. La región produjo el año pasado 511.085.468 kilos de uva, que se tradujeron en 3,8 millones de hectolitros de vino y otros 2,2 de mosto, lo que convierte a Extremadura en la segunda comunidad autónoma en producción de vino, solo superada por Castilla-La Mancha. En total, se dedican al cultivo de la vid 65.879 hectáreas en la región.

Las lluvias de mayo --que obligaron a multiplicar los tratamientos fitosanitarios-- y las altísimas temperaturas en agosto y principios de septiembre son responsables de esta dilación de casi un mes con respecto a la fecha prevista para comenzar el grueso de la recogida de la uva.

Los agricultores muestran también su inquietud por los precios que los bodegueros van a pagar por las uvas, ya que aseguran que en muchos casos no podrán cubrir los costes en un año que climatológicamente puede calificarse de complicado.

Francisco Javier López, director gerente de la Denominación de Origen Ribera del Guadiana, es preciso sobre la demora: "El retraso en la vendimia se estima en unos 20 días. Empezó a finales de agosto y principios de septiembre, pero es difícil determinar cuándo se terminarán de recoger las uvas blancas porque todo depende de las condiciones climatológicas".

Añade que la vendimia actual está marcada por este importante retraso, lo que ha contribuido a una lenta maduración de las uvas. Sin embargo, éste es un dato positivo, pues se traduce en "una adecuada madurez fenólica de las uvas tintas, que es determinante en la calidad final de los vinos que se van a obtener. Los viñedos muestreados --explica López-- presentan una buena madurez fenólica con unos elevados valores del índice de polifenoles totales, de antocianos fácilmente extraíbles y de intensidad de color. Las catas de uva realizadas muestran la madurez de la pulpa, así como de los hollejos, y una buena evolución de la madurez de las pepitas. La mayoría de los viñedos muestran una buena madurez fenólica de las uvas, con pulpas afrutadas y con notas de confitura y, hollejos sin sabores herbáceos. En cuanto a uvas blancas, debido al retraso de la maduración no tenemos información".

En cuanto a la cantidad de la producción de uva de este año, explica que las elevadas temperaturas registradas durante los días pasados han afectado muy desfavorablemente, provocando una fuerte deshidratación y 'pasificación' de las bayas con la consiguiente pérdida de rendimiento. "La producción media certificada por las bodegas en los tres últimos años asciende a 10.950.000 de kilogramos. De los cuales un 80 por ciento son variedades tintas y un 20 por ciento variedades tintas", informa.

BAJA GRADUACION Por su parte, Catalina García, secretaria regional del Vino en UPA-UCE y secretaria del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribera del Guadiana, explica también que el grueso de la vendimia según sus cálculos se comenzará a recoger con casi un mes de retraso. A su juicio ello es consecuencia de las altas temperaturas de este verano, especialmente en las dos primeras semanas de septiembre han provocado una baja graduación alcohólica y la uva se estaba pasando, es decir, perdiendo peso. "Será un año de mucha calidad, pero no de mucho grado", sentencia Catalina.

La maduración de la uva está siendo lenta y hay que esperar a que llegue el momento óptimo para poderle sacar el máximo rendimiento y, claro está, el mejor precio posible. Las estimaciones de la organización agraria UPA-UCE indican que la merma en la producción de uva oscilará entre un 10 y un 15 por ciento con respecto a la de la pasada campaña. Una vendimia atípica la de este año en el que los costes de producción se han disparado por las lluvias de primavera, que han obligado a tratar en varias ocasiones las vides contra el oídio y el mildiu. "Y son tratamientos fitosanitarios caros", explica Catalina.

También este verano caluroso fue propicio para la aparición de araña roja y mosquito verde, lo que hizo necesario curar las vides nuevamente.

Desde UPA-UCE se sospecha que los precios de la uva no van a compensar los elevados costes de producción de vid de este año. "Llevamos ya dos campañas así. El año pasado no se cubrieron y este parece que tampoco", explica Cristina.

Por su parte, Félix Corbacho, agricultor, es más pesimista. Afirma que la campaña de la vendimia se presenta "mala en cantidad". Estima que la reducción de la producción será mayor, entre un 20 y un 25 por ciento más que la anterior especialmente en las variedades Macabeo en blanca y todas las uvas tintas, en general, que se han empezado ya a vendimiar. "En algunas variedades la reducción de producción puede llegar al 30 por ciento", añade. Responsabiliza de esta situación a las elevadas temperaturas de agosto y principios de septiembre. Eso sí, también destaca que la calidad no se va a ver afectada, ya que el fruto está sano. "Por desgracia, ahora mismo aún no tenemos ni siquiera tablillas de precios en los puestos de compra. Ya contamos con una merma en kilos importante, con lo que me temo que los costes de producción no se superen", indica Corbacho.

La organización Apag Extremadura Asaja considera que el precio por kilogramo de uva para vinificación que los bodegueros pretenden pagar a los agricultores es "abusivo", por lo que demanda "precios dignos y acordes a la situación del mercado". En un comunicado de prensa añaden: "Ante la ridiculez de precios que se les están haciendo llegar a los viticultores esta organización profesional agraria exige que las tablillas públicas recojan unos precios justos, teniendo en cuenta la situación particular del sector en estas fechas". Añaden que circunstancias como la ola de calor y el corto enlace entre campañas deben traducirse en "unos precios superiores a los de la vendimia de 2015". Por ello pide a los bodegueros que oferten precios por encima de lo que hasta ahora han ofrecido al sector. Recuerda que este año las lluvias de mayo han obligado a realizar curas fitosanitarias extraordinarias a las vides. "Hemos tenido un invierno 'superseco' y las aguas de mayo vinieron bien, pero también había que tratar oídio y mildiou. En ocasiones hemos tenido que hacer hasta siete tratamientos", explica.

MECANIZACION Por su parte, Juan Moreno, de Coordinadora de Organización de Agricultores y Ganaderos (Coag) explicó recientemente que, según las estimaciones de la organización agraria, el 25 por ciento se vendimia en Extremadura de forma mecanizada y el resto de forma tradicional, lo que se traduce en 230.000 jornales, unos 10.000 más que el año pasado. Sus previsiones apuntan a que hasta pasado el 15 de septiembre no se recogerá la mayor parte de las variedades blancas, lo que significará que en las zonas tardías se esté vendimiando hasta el 15 de octubre.

La uva presenta un aspecto "óptimo" para la elaboración de vinos de calidad y añade que la climatología del mes de septiembre influirá decisivamente en la producción final. Moreno recomienda a los viticultores "no entregar ni un solo kilo de uva sin que haya de por medio un contrato firmado y un precio cerrado", ya que sin estas premisas supondría hacerlo al margen de la Ley de la Cadena Agroalimentaria. Todos los productores que entreguen a una bodega particular uvas por una cantidad mayor a 2.500 euros están obligados ha hacerlo así. Moreno se lamenta que desde no haya previsiones oficiales de cosecha por parte del Gobierno central o de la administración autonómica, como sucede, por ejemplo, en países como Francia.