La lluvia mejora la previsión de cosecha de cereal en Extremadura, tras el hundimiento de 2023

Si en los dos próximos meses una climatología adversa no la malogra, la campaña de cereales de invierno se presenta en Extremadura este año con buenas perspectivas. Las lluvias de los últimos meses hacen presagiar que, como mínimo, se regresará a unos niveles normales de producción, después del hundimiento de la pasada campaña, que fue la peor en varias décadas en España.

En términos de superficie, «lo primero que se observa es que se ha recuperado la que hubo en la 2021-2022, tras la 2022-2023, que fue nefasta», apunta José Miguel Coleto, catedrático de Producción Vegetal de la Universidad de Extremadura (UEx). Solo hay «pequeñas variaciones» dependiendo de la variedad, precisa.

En Extremadura estos cultivos se concentran fundamentalmente en la provincia de Badajoz, con la comarca de la Campiña Sur a la cabeza. Las últimas cifras del Ministerio de Agricultura recogen para esta campaña 75.700 hectáreas de trigo, algo por debajo de las 85.521 de hace dos años. Por contra, en este periodo suben tanto cebada como avena. La primera de 47.002 a 53.300 y la segunda de 44.054 a 49.000. El triticale se mantiene estable (de 18.124 a 17.500).

«Muchos agricultores, como no sabían cómo iba a transcurrir el año meteorológico, han echado poco abono, a veces ninguno. Y eso puede mermar algo la cosecha»

JOSÉ MIGUEL COLETO

— CATEDRÁTICO PRODUCCIÓN VEGETAL DE LA UEX

A priori, indica, «la campaña es buena, porque está lloviendo y ha ahijado muy bien el trigo y la cebada», avanza Coleto. «Como pega», puntualiza que muchos agricultores «como no sabían cómo iba a transcurrir el año meteorológico, han echado poco abono». Con los precios tan elevados de los fertilizantes y ante la posibilidad de que hubiese otro mal año de precipitaciones que mermasen la cosecha, fueron «prudentes y lo que han hecho es añadir poco o incluso nada» de abono, «confiando» en que la tierra todavía retuviera parte del que se empleó el año pasado, «porque, como no hubo cosecha, hubo pocas extracciones», aclara. Eso impedirá aprovechar «toda la potencialidad» de una campaña que podía haber sido «muy buena». La otra matización que hace Coleto es la de que el mal tiempo aún puede echar a perder parte de la producción. «El mes de mayo es crítico. Si vienen temperaturas altas con viento cálido, se puede llevar en una semana la mitad de la cosecha», subraya.

«Vamos a tener probablemente un año récord en cuanto a cereales de invierno»

FÉLIX LIVIANO

— PRESIDENTE DE CASAT

«Vamos a tener probablemente un año récord en cuanto a cereales de invierno», confía Félix Liviano, presidente de Casat, una de las principales firmas cooperativas extremeñas, con sede en Don Benito. De cebada estima en estos momentos que las medias superarán los «cuatro mil kilos por hectárea», y en trigo se estará «próximo a los cinco mil, una barbaridad». «Lo que es cierto es que, igual que el año pasado estaban los precios muy altos, este serán mucho más bajos», vaticina.

Organizaciones agrarias extremeñas

Tanto desde Apag Extremadura Asaja como desde UPA-UCE se considera que todavía es pronto para confirmar que la campaña vaya a ser positiva, pero también en que de momento la cosa pinta bien. «De volumen sí se puede decir que va a haber, heno y paja, pero de grano es pronto para asegurarlo», razona el presidente de Apag Extremadura Asaja, Juan Metidieri. «Hay muchas posibilidades de tener una buena campaña», pero siempre dependiendo de cómo vengan lo que queda de abril y mayo. «Si tenemos una seca grande en abril porque no llueva se reduciría considerablemente. O si viene una helada a la hora de cuajar el grano», justifica.

«De volumen sí va a haber, heno y paja, pero de grano es pronto aún para asegurarlo»

JUAN METIDIERI

— PRESIDENTE DE APAG EXTREMADURA ASAJA

«Hay que esperar», coincide José Cruz, secretario de Acción Sindical y Agricultura de UPA-UCE. Reconoce que «en la inmensa mayoría del territorio de cereales las lluvias han supuesto un beneficio extraordinario», y que eso da pie a pensar que esta «puede ser una campaña buena», sobre todo «comparada con la anterior», pero, incide, «a expensas de que no te venga una ola de calor» que recorte estas expectativas.

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