Las empresas de gestión y financiación de cobros pronostican un repunte de la tasa de morosidad a lo largo de este año ante el eventual deterioro de la economía estadounidense y española, y el endurecimiento de los créditos, si bien confian en que su actividad se adaptará "perfectamente" a los cambios. "La tasa de morosidad es históricamente baja, inferior al 1%, por lo tanto, lo lógico es que aumente", dijo el presidente de la Asociación Española de Factoring (AEF), Elías Soler, en la presentación de los resultados anuales de las 23 entidades que aglutina.

Soler reconoce que un auge de la morosidad podría aumentar el número de clientes que acuden a los servicios de dichas entidades para garantizar sus cobros, pero incide en que la AEF no modificará los criterios de asunción de riesgos y que opera contra activos y a corto plazo. En este sentido, argumentó que una mayor morosidad corresponde a un escenario económico deteriorado que no favorece a las empresas. "A nosotros no nos va bien cuando a los demás les va mal, pero tenemos elementos suficientes para ser los menos perjudicados", sostuvo. Soler señaló que el negocio de las entidades financieras es asumir riesgos y que se vislumbra una etapa de "miedo a la hora de cobrar" que podría aumentar la afluencia de empresas interesadas en sus servicios, aunque no necesariamente los que al final se presten.