La última vez que se casó la hija de un presidente de EEUU en activo corría junio del año 1971. Aquel presidente era Richard Nixon, aquella hija era Patricia y aquella boda fue todo un acontecimiento público y político. Retransmitido en directo desde la Casa Blanca, el enlace contó con 400 invitados y 600 periodistas, el presidente se preocupó incluso de dónde debían colocarse las cámaras de televisión y la novia ocupó la portada de Life .

Este sábado, las cosas serán distintas cuando Jenna Bush dé, a los 26 años, el sí quiero en el altar. No habrá cámaras públicas, la lista de invitados a la boda entre una de las gemelas de George y Laura Bush y Henry Hager ronda las 200 personas --más de la mitad, familiares-- y el escenario no será el 1.600 de Pensilvania Avenue sino las tierras tejanas de Crawford, donde está el rancho de la familia Bush.

CEREMONIA PRIVADA La familia ha decidido, por deseo expreso de la novia, hacer de la boda una cuestión de bajo perfil y, ante todo, privada, y la Casa Blanca ha anunciado que solo facilitará a los medios una foto del acontecimiento. La decisión favorece a un presidente con los índices de popularidad más bajos de la historia, ya que no estaría bien visto invertir dinero de los contribuyentes en una vistosa y onerosa ceremonia en tiempos de guerra y crisis económica.

Quien más información ha dado sobre la ceremonia ha sido la propia Jenna, en una entrevista aparecida en el Vogue de mayo. La boda se celebrará a las siete y media de la tarde para evitar los calores de Tejas. La novia llevará un vestido de organza creado por Oscar de la Renta. Solo habrá una dama de honor, su gemela Barbara.

Jenna, que en los primeros años de mandato de su padre ocupó con cierta frecuencia las noticias por sus escarceos con el alcohol, dio la vuelta a su imagen tras un par de altercados con la ley. Se alejó de los focos mientras acababa sus estudios, tras graduarse viajó a Latinoamérica con Unicef y ha escrito un par de libros, el más reciente, para fomentar la lectura.

Fue en el 2004, en la campaña de reelección de su padre, cuando conoció a Hager, hijo del presidente del Partido Republicano en Virginia, que cumple 30 años mañana.