Dicen que los niños prodigio van directos al limbo artístico, cuando no se hunden en infiernos personales. "¿Qué fue de Pedrito Fernández?" pensará más de uno. El niño aquel mexicano que en 1978 cantaba: "La de la mochila azul / la de ojitos dormilones / me dejó gran inquietud y bajas calificaciones". Tan descomunal éxito llegó incluso España, donde su fama se esfumó con el acné. En cambio, tanto en su país como en casi toda América Latina nunca ha dejado de ser una gran estrella. Actor y cantante, todo un gigante de la ranchera.

No guarda ningún parentesco con Alejandro Fernández, pero también le debe mucho a su mítico progenitor. "Vicente Fernández fue mi padrino de primera comunión y me lanzó como artista a los ocho años. Por él me cambié el nombre, yo en realidad me llamo Martín Cuevas Cobos", cuenta Pedro Fernández recién de visita en España para promocionar su nuevo disco Dime mi amor , en el que incluye un dúo con nuestro David Bisbal.

Con él se quita una espinita. "Entre 1979 y 1984 hice en España infinidad de galas, que le dicen acá", recuerda. Pero sus discos se dejaron de publicar. "Lo más curioso es que a finales de aquella década grababa aquí canciones que solo salían a la venta en América". Y con enorme éxito. Su único bache fue cuando decidió no cantar más versiones al gusto azteca de Wham! y ABBA para volver a la ranchera. "La discográfica no me dejaba y me tuvieron cuatro años congelado. No todo ha sido miel sobre hojuelas, ha habido momentos impresionantemente buenos y otros impresionantemente no tan buenos", confiesa.

Ha vendido más de 18 millones de discos. Desde que protagonizó la película La niña de la mochila azul , hizo también muchísimo cine y ahora, tras 17 años sin intervenir en ningún culebrón, está en pleno rodaje del serial Hasta que el dinero nos separe . Casi tan precoz como en cantar ha sido en formar un familia. Tiene 39 años y la mayor de sus tres hijas ha cumplido ya 20 años. Conoció a su mujer, Rebeca Garza, tras un concierto cuando él todavía era menor de edad. "Ella era modelo y miss del estado de Tamaulipas". Sin embargo, a sus hijas les tira más la profesión paterna. "La mayor canta muy bien, la pequeña quiere ser actriz y la mediana ha escrito varias de las piezas del disco Dime mi amor , aunque su prioridad es el fútbol. Hace un año estuvo a punto de fichar por el equipo femenino del Espanyol".