Tiene unos ojos de cine, pero no lo suficientemente hermosos, al parecer, como para satisfacer las exigencias de una importante firma cosmética internacional. L´Oréal eligió a la actriz española Penélope Cruz como protagonista del anuncio de una máscara "telescópica" para las pestañas, que promete alargarlas de manera prodigiosa, en algo así como un 60% ni más ni menos.

Para comprobar los milagrosos resultados basta mirar la mirada aterciopelada de la actriz de Alcobendas, que en los anuncios de televisión contempla el cielo y alaba el efecto "astronómico", del nuevo producto. "Imagínate, --dice guiñando un ojo con complicidad-- pestañas que pueden llegar hasta las estrellas". Promesas, promesas. El mundo entero sufrió ayer una conmoción al saber que las pestañas que luce Penélope ante las cámaras (foto) son postizas.

La agencia que regula el sector publicitario en el Reino Unido, Advertising Standards Authoards Authority, (ASA) acusó a L´Oréal de violar las reglas de la industria publicitaria al haber realizado una campaña "engañosa" en prensa y televisión, que conduce al equívoco. "Al no haber un rótulo en el que se diga que Penélope Cruz lleva pestañas artificiales, pegadas a las suyas naturales, los anuncios llevan al engaño", denunció el organismo regulador. Desde L´Oréal han prometido enmendarse y se han justificado argumentando que la española tan solo llevaba unas cuantas pestañas falsas. Además, alegan en su descargo que este tipo de retoques es "una práctica utilizada habitualmente" en el mundo de la publicidad. "Es práctica común utilizar algunas pestañas falsas para garantizar una buena firmeza de las pestañas durante los rodajes y toma de vistas", insistieron. Pese a todo, L´Oréal ha prometido que "cumplirá las exigencias de la ASA en sus próximos anuncios".

TAMBIEN LA SCHIFFER No es la primera vez que L´Oréal recibe una llamada al orden. Hace dos años ASA ya prohibió un anuncio en el que aparecía Claudia Schiffer por exagerar los efectos antiarrugas de una crema. La firma Nivea también fue ayer amonestada, por decir que una de sus lociones incrementa la renovación de las células, algo que no respaldan los científicos.