Era un secreto a voces que ayer se confirmó. Iker Casillas mantiene un romance con Sara Carbonero, la reportera de deportes más sexi del mundo, según la edición estadounidense de la revista FHM. Unas fotos publicadas por Lecturas no dejan lugar a dudas: el guardameta del Real Madrid y la periodista de Tele 5 son pareja y han sido sorprendidos besándose y profiriéndose toda clase de arrumacos en la calle.

Casillas, de 29 años, y Carbonero, de 25, empezaron su relación hace pocos meses. Hasta octubre, la estrella mediática de los grandes ojos verdes tenía novio, el periodista de Radio Marca, David Sánchez, pero la relación se rompió. También se le atribuyó un romance con el presentador Jorge González. Mientras que el portero merengue mantuvo una relación intermitente de tres años con la exmiss España, Eva González, actual pareja del torero Cayetano Rivera Ordóñez. Tras romper con Eva, al deportista se le relacionó con la hija del locutor José Antonio Abellán y con la directora de marketing Ana Medinabeitia.

Según cuentan los que conocen a Casillas, todas estas relaciones fracasaron porque él solo pensaba en Carbonero desde que la conoció en la Copa de Confederaciones que se disputó en Suráfrica en junio. Y aunque intentó conquistarla, la reportera siguió con su novio David.

Algunas fuentes señalan que Iker ha necesitado ocho meses para enamorar a Sara y que el acercamiento de la pareja se ha producido en las últimas semanas. El 13 de febrero ambos fueron vistos en la discoteca Pachá de Madrid muy cómplices, pero sin demostrar su relación.

CELEBRACION MERENGUE Posteriormente, también han sido fotografiados junto a un grupo de amigos con los que salieron a celebrar que el Real Madrid se había colocado líder en la Liga tras ganar al Sevilla. En las imágenes, publicadas en ¡Hola!, se ve a la reportera, vestida con unos vaqueros, tacones con plataforma y una gabardina, con dos rosas en la mano.

Los nuevos novios han llevado su relación con total discreción y cuando salían a cenar llegaban al restaurante por separado para evitar ser objetivo de los paparazis. Así lo hicieron el día que se tomaron las fotos de Lecturas, cenaron en un local a las afueras de Madrid y al salir se dirigieron al coche por separado. Cuando se creían fuera de los objetivos dieron rienda suelta a su amor y fueron pillados.