Como miles de ciudadanos estadounidenses, el actor Tim Robbins se enfrentó el martes a los complicados resortes de la burocracia electoral para poder ejercer su derecho a voto. Cuando el actor acudió el martes al colegio electoral en el que vota desde hace 15 años, en la calle 14 de Manhattan, en Nueva York, se encontró con que su nombre no figuraba en el censo electoral. La odisea de Robbins para ejercer su voto a favor de Barack Obama duró cinco horas y solo pudo solucionarse tras la intervención de un juez. El actor, reconocido no solo por sus méritos interpretativos sino también por ser, junto a su mujer, Susan Sarandon, una de las estrellas de Hollywood más activas de las filas demócratas, explicó que rechazó rellenar la papeleta electoral provisional que le ofrecían porque, bajo su punto de vista, ese tipo de voto puede terminar no sirviendo para nada. "Esto es solamente un ejemplo de lo difícil que es votar en Estados Unidos", resumió indignado el actor Robbins.