Cerca de 26.000 personas han tenido que ser evacuadas de sus hogares en la isla de Sumatra, en Indonesia, después de que el volcán Talang empezara a arrojar cenizas y gases tóxicos. Las autoridades del país se encuentran en máxima alerta y consideran que la erupción del volcán es inminente. Los vulcanólogos también observan con atención los volcanes Krakatoa y Tangkuban Perahu, en la isla de Java, donde ayer se registró un aumento de la actividad.

El presidente indonesio, Susilo Bambang Yudoyono, visitó los campamentos de evacuados en el centro de Sumatra. Al parecer, la actividad del Talang, de 2.599 metros, es producto del terremoto que causó el tsunami del pasado 26 de diciembre.