Un terrorista suicida se hizo estallar ayer en medio de un numeroso grupo de personas que montaban guardia para lograr un trabajo en la localidad chií de Kufa, a unos 100 kilómetros al sur de Bagdad. La explosión mató a unas 60 personas e hirió a más de un centenar. Es el tercer atentado de envergadura cometido contra civiles chiís en 72 horas, lo que eleva a más de 150 los muertos por ataques terroristas desde el domingo.

El kamikaze, a bordo de una camioneta, se plantó a primera hora de la mañana en una calle de Kufa, a un centenar de metros de una importante mezquita chií, la de Muslim Ibn Akil. El terrorista se dirigió al grupo de desempleados y les anunció que tenía trabajo para ellos. Las víctimas se acercaron, algunos subieron al vehículo, y el terrorista accionó la carga. La tragedia supone un nuevo episodio en la guerra que libran los grupos extremistas sunís y chiís, que acerca al país a la guerra civil.

Kufa, cercana a la ciudad santa chií de Nayaf, es un feudo del clérigo radical chií Moktada al Sadr, que lidera el Ejército del Mehdi. Tras el atentado, los supervivientes y los vecinos del barrio se enfrentaron a pedradas con las fuerzas de seguridad.

El lunes, un grupo armado --presuntamente suní-- masacró a medio centenar de personas en un mercado de Mahmudiya. Los milicianos atacaron el cortejo fúnebre de un miembro del Ejército del Mehdi fallecido el día antes. Después, mataron a tres soldados que hacían guardia en un control, y finalmente, asaltaron el mercado con armas automáticas y granadas.

CIFRAS El Gobierno del primer ministro, el chií Nuri al Maliki, se ve incapaz de detener la violencia. Un informe de la ONU cifra en 5.818 los civiles muertos en Irak en mayo y junio. En los primeros seis meses del 2006 han muerto 14.338 civiles, a los que hay que sumar los más de 500 de julio. Ayer murieron seis policías en Kirkuk.