El Likud de Ariel Sharon y el Partido Laborista de Shimon Peres reclamaron ayer la victoria en las elecciones municipales que Israel celebró el martes, ya que ambos prácticamente empataron en número de votos y mantuvieron en gran medida las alcaldías en liza. La nota predominante de la jornada fue la espectacular abstención, ya que sólo participó un 41% del electorado.

La apatía y el desinterés --que los analistas achacan al descontento de la población con la clase política-- alcanzó cifras muy preocupantes en ciudades como Tel-Aviv, donde apenas votó el 27% de la población con derecho de voto. En cambio, hubo una gran participación en las zonas árabes.

El Likud aguantó el tipo ante una jornada electoral que se anunciaba catastrófica para sus intereses. Aun así, perdió algunas ciudades importantes como Eilat y Dimona. La principal derrota laborista se produjo en Beit Shean, mientras que el partido laico Shinui confirmó el aumento que ya obtuvo en las generales.

UN PALESTINO ABATIDO

Por otro lado, un palestino, supuesto militante de la Yihad Islámica, fue abatido cerca del muro de protección de la colonia de Nahal Oz, en Gaza, cuando, según fuentes militares, trataba de colocar una bomba. Y en la zona de Yenín, dos colonos resultaron heridos cuando un activista de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa les disparó.