Seis inmigrantes indocumentados han muerto el sábado a 15 metros de una playa de Catania (Sicilia) cuando intentaban alcanzar la orilla. La barcaza a la deriva, con más de 120 inmigrantes a bordo, coincidió en la playa con los veraneantes que tomaban el sol y con la llegada de tres cruceros con 12.000 turistas. Se produjeron surrealistas escenas en las que se mezclaron ambulancias, autocares, patrullas policíacas y bañistas tomando fotos.

La barcaza, procedente con toda probabilidad de Libia, había varado a 15 metros de la costa cargada de más de un centenar de personas, entre las que se encontraban una veintena de mujeres y niños. Los supervivientes dijeron ser egipcios y sirios.

Otras 40 personas indocumentadas llegaron también el sábado a aguas de Siracusa (Sicilia), la mitad de las cuales eran menores de edad y esta semana Italia se hizo cargo de otros 106 que las autoridades de Malta habían rechazado, a pesar de que la Unión Europea había intimado al pequeño país de darles acogida.

Desde 1993, únicamente las personas identificadas con nombres y apellidos que han muerto en el intento de atravesar todo el Mediterráneo suman 20.000, según Fortress Europe, organización privada que cuenta con fondos públicos y lleva la trágica contabilidad.