Podría tratarse de una de las turbias tramas de espionaje del novelista John Le Carré pero ayer por la noche los servicios de inteligencia de Alemania vivieron una fuerte agitación después de que se destapase que uno de sus propios agentes había sido detenido tras intentar filtrar a grupos islamistas “información sensible que podría suponer un peligro para la agencia”, como reconoció la Oficina Federal para la Protección de la Constitución, que se ocupa de los servicios secretos del Estado.

El supuesto yihadista, un ciudadano alemán de origen español y de 51 años según ha apuntado el diario ‘Süddeutsche Zeitung’, habría sido detenido después de intentar contactar con otros islamistas radicales a través de un chat de internet en el que participaba bajo un pseudónimo para proporcionar información secreta. Lo que no sabía es que al otro lado de la pantalla su interlocutor era un informante de los servicios de espionaje alemanes.

Según han asegurado ‘Die Welt’ y ‘Der Spiegel', dos de los medios que han dado a conocer este grotesco caso, el detenido también habría estado planeando un atentado contra la sede de los servicios de inteligencia alemanes en Colonia. También especifican citando a fuentes anónimas del aparato de seguridad del Estado que el detenido habría intentado convencer a otros islamistas a través de un chat para perpetrar un ataque “en nombre de Alá” contra los “infieles”. Aún así, los portavoces de la organización federal no se ha pronunciado al respeto y se han limitado a comentar que sus empleados no corren ningún tipo de riesgo, algo que también apuntó más tarde por la noche la Fiscalía de Düsseldorf. Aún se desconoce si el detenido se habría hecho con material explosivo.

AGENTE DOBLE CONVERTIDO AL ISLAM

El presunto topo, padre de familia y ex empleado de un banco, fue contratado por la inteligencia alemana durante el pasado mes de abril para que se infiltrase en la escena islamista del país y recabar así información valiosa. A pesar de tener esa misión, y con un curioso paralelismo con el film 'Infiltrados' de Martin Scorsese, el detenido pretendía actuar como doble agente y obtener información del Estado para proporcionársela a esos grupos yihadistas. Ahora, se encuentra detenido y ya se le han presentado cargos por conspiración de asesinato.

El sospechoso, que según se apuntó ayer en los medios alemanes ya ha confesado parcialmente su responsabilidad, se convirtió al Islam hace dos años. Las autoridades aseguraron que el detenido se había comportado “discretamente” durante el proceso de selección y de entrenamiento al que se le sometió. La familia tampoco conocía la conversión religiosa de este padre de cuatro hijos. Según ‘Der Spiegel’, el juramento de lealtad a su nueva fe se realizó en 2014 durante una llamada telefónica con el predicador salafista Mohamed Mahmoud, conocido radical de la escena yihadista berlinesa, que actualmente se encuentra en Siria combatiendo en las filas del grupo autroproclamado Estado Islámico.

En los últimos años la inteligencia alemana se ha centrado específicamente en la detección y persecución de grupos yihadistas. Los salafistas, partidarios de una visión radical, fundamentalista y en este caso violenta, son considerados el grupo más dinámico en la escena radical del país. Las autoridades federales estiman que hasta 7.900 seguidores de este movimiento político-religioso vivían en Alemania a finales del 2015.