Las autoridades de Seúl declararon el estado de alerta en el metro de la capital para prevenir casos similares perpetrados por imitadores que surgen tras este tipo de incidentes. El presidente surcoreano, Kim Dae-jun, planteó la posibilidad de declarar a la ciudad de Daegu como zona especial de desastre a fin de facilitar las tareas de rescate y agilizar la entrega de indemnizaciones a los afectados. El responsable de la tragedia está hospitalizado con síntomas de asfixia, pero los médicos no temen por su vida. La línea de metro fue escenario de una explosión de gas en 1994, que causó 101 muertos y 117 heridos.