El secretario general de la ONU, Kofi Annan, reconoció ayer que será "muy difícil" que el Consejo de Seguridad adopte una nueva resolución pidiendo el envío de tropas a Irak a menos que la coalición anglonorteamericana esté dispuesta a ceder parte del control y a compartir responsabilidades.

Tras mantener una reunión con el ministro de Exteriores británico, Jack Straw, Annan no descartó que el Consejo de Seguridad opte por "una fuerza multinacional que actúe bajo mandato de la ONU". Según esta propuesta, la fuerza multinacional se encargaría de proteger los edificios y el personal de Naciones Unidas y tendría una estructura de mando separada de la actual coalición de las fuerzas ocupantes en Irak, aunque estaría bajo mando de EEUU.

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La ONU autorizaría el envío de la fuerza multinacional, pero no la crearía. Annan fue contundente: "No tenemos la capacidad" de enviar cascos azules. En cualquier caso, el secretario general consideró que cualquier iniciativa de este tipo requerirá que Washington y Londres estén dispuestos "a compartir responsabilidades".

Annan subrayó que en el último informe que presentó sobre Irak ya indicó que la ONU podía desempeñar otras tareas, "además de las que se centran en el aspecto humanitario". "Hay un sentimiento de consenso en el Consejo de Seguridad de que se debe internacionalizar más el proceso y para ello se debe ampliar más el papel de la ONU".