El carguero Arctic Sea, que desapareció el pasado mes de julio en aguas del océano Atlántico, era seguido por el Mossad, los servicios secretos israelíes, ya que transportaba armas con destino a Irán, según ha informado The Sunday Times.

El dominical británico ha citado fuentes rusas e israelíes que aseguran que el barco llevaba a bordo misiles S-300, el modelo ruso más avanzado de misiles tierra-aire, que fueron cargados supuestamente en el Arctic Sea cuando fondeó en el puerto ruso de Kaliningrado para ser sometido a una serie de reparaciones técnicas.

El carguero, que oficialmente transportaba madera de Finlandia a Argelia, desapareció el 24 de julio tras cruzar las aguas del Canal de La Mancha y fue recuperado el 17 de agosto frente a las costas de África, tras lo cual se detuvo a sus secuestradores.

TRÁFICO DE ARMAS

Las fuentes citadas por el rotativo británico explican que el Mossad, que sigue muy de cerca el tráfico de armas con dirección Irán, informó al Gobierno de Rusia de que el cargamento había sido vendido por exmilitares rusos vinculados a círculos criminales. El Kremlin ha negado reiteradamente que el barco llevara una carga secreta e insiste en que se trató de un secuestro, en el que los secuestradores exigieron un rescate de 1,5 millones de dólares.

La versión del Sunday Times señala que la extensa operación de rescate que puso en marcha Rusia para encontrar el carguero, con la participación de destructores y submarinos, revela la preocupación que el Gobierno ruso tenía por el caso y que se elaboró una historia falsa para evitar una situación muy embarazosa.

"La versión oficial es ridícula y se elaboró para permitir que el Kremlin salvara la cara", dice una fuente militar rusa, que asegura haber hablado "con gente cercana a la investigación que han confirmado a grandes rasgos la implicación del Mossad".

"CREAS RUIDO EN TORNO AL BARCO"

"Produce risa creer que todo este follón fue por una carga de madera. No soy el único que cree que llevaba armas a Irán", añade. Sobre los secuestradores, cuatro estonios, dos rusos y dos lituanos que serán juzgados en Moscú, las fuentes aseguran que se trata de miembros de un grupo criminal que probablemente no sabían nada de la carga secreta y que fueron utilizados como coartada.

"La mejor manera para que los israelíes evitaran que la carga llegara a Irán habría sido crear mucho ruido en torno al barco", dice un exoficial del ejército ruso, que explica que cuando se conoció la noticia del secuestro Moscú "tuvo que actuar".

"Esta es la razón por la que no descarto que el Mossad estuviera detrás del secuestro. Esto fue lo que paró el envío y lo que facilitó al Kremlin una salida, de manera que ahora puede atribuirse que organizó una brillante misión de rescate", ha señalado.

PODER MILITAR IRANÍ

La información del dominical británico ofrece también la versión de fuentes militares israelíes, que confirman que se supo que los misiles estaban siendo subidos a bordo del carguero en Kaliningrado y que se tomó la decisión de informar al Kremlin de la situación. Estas fuentes subrayan la importancia de la operación, dado que si los misiles S-300 hubieran llegado a Irán hubieran incrementado de manera significativa el poder militar de Teherán.

El destaca también la coincidencia de la visita que el presidente israelí, Simón Peres, realizó un día después del rescate del barco a Moscú, donde se entrevistó durante cuatro horas con el presidente ruso, Dimitri Medvédev.