Los tabloides británicos son capaces de cualquier cosa para conseguir una sustanciosa exclusiva. Lo que a veces conlleva graves consecuencias. En esta ocasión, el pinchazo de los teléfonos móviles del príncipe Carlos y su mujer, Camila, han supuesto el arresto de tres hombres, uno de ellos un periodista del dominical News of the World.

El reportero Clive Goodman, especializado en temas de casas reales, seguía ayer siendo interrogado por la policía. Los otros dos detenidos, colaboradores del periódico, salieron en libertad bajo fianza. Las detenciones se llevaron a cabo el martes, después de que Scotland Yard abriera una investigación, en diciembre, debido a las sospechas del personal de la residencia oficial del heredero al trono.

Las pesquisas siguen abiertas y no se descarta que ministros y otros miembros destacados de la sociedad británica hayan sido víctimas de los pinchazos. La policía sospecha que algún teléfono del Palacio de Buckingham, residencia de Isabel II, también han podido ser interceptados.

Los acusados, que afrontan penas de hasta dos años de cárcel, no grabaron las conversaciones, sino que interceptaron los mensajes de voz y de texto enviados y recibidos por los teléfonos.