La Asamblea Nacional de Corea del Sur ha adoptado este jueves una resolución de condena a la última prueba nuclear de Corea del Norte al considerar que es una "grave provocación que amenaza las vidas y la seguridad del pueblo surcoreano".

"No podemos tolerar la prueba nuclear de Corea del Norte, por lo que condenamos firmemente esta grave provocación que amenaza las vidas y la seguridad del pueblo surcoreano", reza el documento emitido por la sede legislativa.

Además, los parlamentarios surcoreanos han subrayado que "todas las cuestiones que surjan a partir de la prueba nuclear son responsabilidad de Corea del Norte", según ha informado la agencia de noticias Yonhap.

En consecuencia, han instado al país vecino a desmantelar sus programas nuclear y de misiles balísticos y a volver a las conversaciones a seis bandas para la desnuclearización de la península coreana, en las que participan las dos Coreas, Japón, China, Rusia y Estados Unidos.

La Asamblea Nacional ha adoptado esta resolución con 183 votos favorables y dos abstenciones, en una sesión en la que solo han participado 185 de los 300 legisladores surcoreanos.

Los presidentes en funciones y electo de Corea del Sur, Lee Myung Bak y Park Geun Hye, respectivamente, ya condenaron "enérgicamente" el ensayo atómico al considerar que "es un desafío directo a la comunidad internacional y una amenaza imperdonable a la paz y seguridad de la península coreana y del Noreste de Asia".

La prueba nuclear

En la madrugada del martes, Corea del Norte llevó a cabo su tercer ensayo atómico "de forma exitosa" con "un pequeño aparato nuclear, más ligero y con más fuerza explosiva que los anteriores", sin causar daños al medio ambiente.

De esta forma, cumplió con lo anunciado el pasado 24 de enero, cuando su Comisión de Defensa reveló sus planes de llevar a cabo más pruebas nucleares y lanzamientos de cohetes de largo alcance aunque dirigidos, esta vez, contra Estados Unidos.

En respuesta, el Consejo de Seguridad ha "condenado firmemente" el la prueba nuclear norcoreana y ha prometido que emprenderá acciones contra el régimen de Kim Jong Un, que podrían traducirse en nuevas sanciones.

Tras ello, el Ministerio de Exteriores de Corea del Norte ha explicado que su ensayo atómico ha sido un acto de autodefensa en respuesta a la hostilidad de Estados Unidos y ha advertido de que, si ésta persiste, emprenderá acciones "más fuertes".

En 2006 y 2009, Corea del Norte realizó pruebas nucleares, lo que suscitó una enérgica respuesta del Consejo de Seguridad a través de dos resoluciones que prohíben expresamente al régimen comunista desarrollar y usar tecnología nuclear y de misiles balísticos.