Somalia sufrió el sábado el peor atentado de su historia después de que presuntos terroristas de Al Shabab detonaran camiones bomba contra un hotel y un mercado de la capital, Mogadiscio, matando a al menos 215 personas e hiriendo a más de 350, según el último balance ofrecido ayer por fuentes sanitarias. Según los medios locales, que ofrecen una cifra aún mayor de fallecidos (230), la gran mayoría de fallecidos en el ataque eran civiles, principalmente vendedores ambulantes que comerciaban en una de las calles más transitadas de la ciudad.

Los hospitales de la ciudad están totalmente desbordados ante la masiva llegada de heridos para los que no disponen de suficientes medicamentos ni de sangre para realizar transfusiones, por lo que el presidente de Somalia, Mohamed Abdullahi Mohamed, hizo un llamamiento urgente a la población para que donase sangre. Esta situación puede provocar que el número de fallecidos continúe aumentando, según confirmó el comandante de la policía de Mogadiscio, Mahad Abdi Gooye.

La organización terrorista Al Shabab, que se afilió en 2012 a la red internacional de Al Qaeda, controla parte del territorio en el centro y el sur del país y aspira a instaurar un Estado islámico de corte wahabí en Somalia.