Equipos de rescate en la región del Tíbet donde un corrimiento de tierras sepultó a 83 personas en una zona minera la semana pasada encontraron anoche los cadáveres de otros 23 trabajadores, por lo que el número de muertos asciende ya a 59, informó hoy la agencia oficial de noticias Xinhua.

Las labores de rescate de las víctimas del siniestro, ocurrido el pasado viernes 29 de marzo, se suspendieron durante más de 24 horas entre el lunes y el martes, debido a que se detectaron riesgos de nuevos corrimientos en la zona.

Otros 24 trabajadores continúan desaparecidos entre los escombros que ocasionó el desprendimiento de tierra, ocurrido en la comarca de Maizhokunggar, a 68 kilómetros de la capital de la región autónoma, la ciudad de Lhasa.

En el accidente se desplazaron dos millones de metros cúbicos de barro, rocas, y escombros, a lo largo de tres kilómetros.

Más de 4.500 personas, incluido personal de la policía, bomberos y médicos han acudido a rescatar a las víctimas, aunque la altitud del área afectada (a 4.600 metros sobre el nivel del mar) y el clima adverso han obstaculizado las labores de salvamento.

El desplazamiento de tierras tuvo lugar hacia las 06:00 horas de la mañana del viernes pasado en la mina Tibet Huatailong, filial del Grupo Corporativo China National Gold, cuando 83 trabajadores se encontraban trabajando en su interior.

El presidente chino, Xi Jinping, y el primer ministro, Li Keqiang, pidieron a las autoridades locales que no escatimen esfuerzos en las operaciones de rescate.

Las autoridades encargadas señalaron que las posibilidades de que los trabajadores aún enterrados sigan con vida son muy escasas.