Se llama Savina Cuellar y es una campesina de origen quechua. Se alfabetizó con Yo sí puedo, el programa educativo del presidente Evo Morales, y fue fundadora del Movimiento al Socialismo (MAS). Pero hoy, en filas opositoras, es un dolor de cabeza para el Gobierno boliviano. Si las encuestas no fallan, será elegida prefecta (gobernadora) de Chuquisaca. El bloque de la oposición autonomista cree que el triunfo de esta madre de siete hijos, a los que alimenta vendiendo ropa usada, favorecerá su pulso con el poder central.

Chuquisaca era una región en manos del MAS, pero la dejó escapar durante la crisis del 2007, cuando se aprobó la Constitución sin las minorías. Sucre fue entonces el escenario de una situación tan caótica que el gobernador David Sánchez huyó a Perú. El espacio vacante debe cubrirse después de que cuatro regiones aprobaran sendos estatutos autonómicos desafiando al Gobierno, que los había declarado ilegales. De allí que la decisión que tomen en las urnas 210.000 chuquisaqueños tenga alcance nacional y mucho más de cara al referendo revocatorio de todas las autoridades ejecutivas en el que Morales se juega su suerte el 10 de agosto.