El avión Tupolvev-154 en el que viajaba el presidente de Polonia, Lech Kaczynski, se estrelló cerca de la ciudad rusa de Smolensk, al oeste de Moscú, mientras intentaba por cuarta vez aterrizar en el aeropuerto militar de Severni bajo unas condiciones atmosféricas muy adversas.

La densa niebla y la baja visibilidad, de apenas 500 metros, fueron las principales causas de la catástrofe en la que murieron 96 personas, incluido Kaczynski, su esposa y varios altos cargos del Gobierno polaco, según el Ministerio de Emergencias ruso. A las 10.50 (hora local) el Tupolev se precipitó contra unos árboles, cayó y se rompió a 500 metros de la pista de aterrizaje.

El presidente ruso, Dmitri Medvédev, anunció la creación de una comisión gubernamental, encabezada por el primer ministro, Vladimir Putin, que investigará las causas del siniestro. Putin viajó ayer a Smolensk para recibir a su homólogo polaco, Donald Tusk, con quien se reunió en el lugar de la tragedia.

Antes del accidente, los controladores rusos ofrecieron al comandante como alternativa para tomar tierra los aeropuertos de Moscú y Minsk (Bielorrusia). Pero por una razón aún desconocida, el piloto decidió arriesgar.

ORDEN DEL PRESIDENTE "El comandante ignoró repetidamente las instrucciones que le daba el centro de control de vuelos. Cuando el controlador lo descubrió, le dio la orden de volar hasta un aeropuerto de reserva. Sin embargo, el avión siguió descendiendo", dijo el vicejefe del Estado Mayor de las Fuerzas Aéreas rusas, Alexander Alioshin.

Según los expertos rusos, la razón de la catástrofe podría hallarse no tanto fuera sino "dentro del avión". "No descarto que el piloto recibiera una orden del presidente polaco que le obligase a aterrizar en Smolensk", dijo un expiloto de la aviación rusa.

Los medios de comunicación polacos recordaron un caso similar en el 2008 en Georgia, cuando el avión de Kaczynski tuvo que aterrizar en un aeropuerto de reserva en la vecina República de Azerbaiyán. El presidente polaco, disgustado, despidió entonces al comandante de la nave.

"El hecho de que el piloto haya intentado aterrizar varias veces significa una situación extraordinaria. Normalmente, los pilotos que llevan a bordo jefes de Estado ni siquiera se lo plantean si las condiciones no lo permiten. El piloto del Tupolev pudo haberlo hecho bajo presión", afirmó un experto polaco.

Dadas las circunstancias, es probable que la causa directa de la catástrofe fuera un error del piloto. "Estaban bajando con anticipación para encontrar un punto de referencia visual cuando chocaron con un árbol", manifestó un expiloto ruso.