El presidente del Gobierno, José María Aznar, se significó ayer de nuevo dentro de la UE al ser uno de los poquísimos dirigentes que no asistieron a la segunda cumbre entre la UE y los países balcánicos, celebrada en Porto Carrás, para afianzar la estabilidad de la región. Aznar y el primer ministro británico, Tony Blair, fueron los únicos líderes de los cinco grandes países de la UE que no acudieron a esa cumbre.