El primer ministro de Holanda, Jan Peter Balkenende, demostró ayer que es más fácil ver la paja en el ojo ajeno que la viga en el propio. Después del batacazo que su Gobierno de centroderecha sufrió con el determinante no al Tratado constitucional, Balkenende dijo a sus homólogos europeos que hay que "acercar Europa a los ciudadanos". Justo uno de los argumentos por los que el 62% de los holandeses han rechazado la Carta Magna, según los analistas.

"Está claro que los electores no han dicho sólo no a la Constitución, sino también a la manera de hacer las cosas", afirmó el primer ministro. "No debemos pensar sólo en ir más y más lejos sino ver cómo podemos acercar Europa a los ciudadanos", dijo. La prensa de los Países Bajos censuró al Ejecutivo y señaló la viga de Balkenende. "Este resultado muestra la amplitud del abismo entre los electores y la clase política y, expresado en la frialdad de las cifras, es dramático", publicó Trouw , rotativo cristiano-progresista.

DINAMARCA VOTARA Dinamarca votará el 27 de septiembre pese a las dos negativas en Francia y Holanda, siempre que haya "algún tratado que votar", dijo con sorna el primer ministro danés, Anders Fogh Rasmussen.