La monarquía absoluta de Silvio Berlusconi en el Pueblo de la Libertad (PDL) y en el Gobierno conservador que este partido apoya terminó ayer, el mismo día que se produjo un reñidísimo ensayo general del futuro de los conservadores sin il Cavalieri. Gianfranco Fini, presidente del Congreso y socio de Berlusconi en el nacimiento del PDL --fruto de la fusión de la Alianza Nacional del primero y el Forza Italia del segundo--, puso las cartas sobre la mesa. Pidió libertad y democracia en el partido y el fin de lo que llamó "centralismo carismático", en referencia a Berlusconi. La escena tuvo lugar durante una multitudinaria reunión de la dirección del PDL, convocada después de semanas en las que Fini ha aguijoneado al primer ministro amenazando con formar un grupo parlamentario propio.

"¿ME ECHAS?" Berlusconi le respondió a voz en grito que si quería hacer política "abandone el Congreso". "¿Me echas?", le espetó Fini, con un amenazador dedo levantado, frente a una platea de 170 personas atónitas. En la víspera 52 diputados, senadores y eurodiputados firmaron un documento favorable a Fini, y a las pocas horas otros 70 firmaron uno de signo contrario.

La cuestión de fondo que probablemente preocupa a Berlusconi es que si Fini pactase con la oposición podría hacer caer al Gobierno, hipótesis que los progresistas han dejado entrever. "Si provocas una escisión, entonces estás fuera del partido", le amenazó ayer il Cavalieri.

"Hoy cambian las cosas para el PDL", anunció después Fini. "No soy un traidor", sostuvo, porque "criticar no es traicionar", y añadió que "no es traición salir con fatiga del coro y decir que no todo va bien". "La libertad de opinión no es falta de lealtad", insistió, y lamentó que los diarios de Berlusconi le ataquen continuamente. "He dado orden de venderlos. Si tienes un comprador, dímelo", respondió desde su butaca el jefe del Gobierno.

"No tengo celos de Berlusconi, digo solo lo que pienso desde hace meses", remachó. Fini dejó claro que no saldrá del PDL, pero que no acepta que la Liga del Norte, aliada con los conservadores, "dicte la línea del Gobierno". "Somos la fotocopia de la Liga y hemos perdido de vista los valores que están en la base del Partido Popular Europeo", manifestó, citando explícitamente la inmigración: "Nuestras ideas sobre la dignidad humana no son las de la Liga".

"CONSENSO BULGARO" Berlusconi pasó revista a sus grandes obras y subrayó que goza de un "consenso búlgaro" del 63,33% de la población. Según Fini, "hay una mayoría que comparte totalmente lo que ha hecho Berlusconi y una minoría que no lo comparte". "Son divorciados que viven en la misma casa", titularon algunos diarios digitales.