No es Gordon Brown el único dirigente europeo en apuros. Un nuevo escándalo, otro más, estalló ayer en Italia a puertas de las elecciones europeas. En esta ocasión se trata de las ya famosas e inéditas fotos del primer ministro, Silvio Berlusconi, con sus invitados e invitadas --más o menos desvestidas-- en su mansión sarda de Villa Cretosa. Se empezó a escribir de ellas hace un mes y, finalmente, fueron publicadas ayer por el diario El País . Berlusconi reaccionó diciendo que se trata de una "agresión escandalosa" a sus invitados.

Las controvertidas fotografías están oficialmente secuestradas en Italia, aunque todos los diarios italianos las ofrecían ayer con el estratagema legal de links con el diario El País , que publicó la exclusiva. Nicolò Ghedini, parlamentario y abogado de Berlusconi ha anunciado una "querella contra el diario español" y también contra el rotativo progresista italiano L´Unità , que ayer dio a entender que los no menos famosos "vuelos de Estado", usados para llevar a las jóvenes a las fiestas de fin de semana organizadas en Villa Certosa de la isla de Cerdeña, podrían haber sido pagados por el contribuyente.

"Se trata de fotos inocentes, pero ha habido una violación de la privacidad", afirmó ayer Berlusconi desde una emisora de radio. A la pregunta del entrevistador sobre el hecho que las chicas están desnudas o casi, el primer ministro italiano le espetó: "¿Usted se ducha vestido? Aquellas jóvenes se bañan en un yacusi privado, dentro de una casa destinada a los huéspedes".

Las cinco instantáneas no enseñan los rostros de las interesadas, pixelados por el fotógrafo Antonello Zappadu, pero no el de Berlusconi, que aparece vestido. También está tapada la cara del hombre desnudo, que está a punto de tumbarse cerca de una joven recostada.

SUPUESTO FOTOMONTAJE En Italia, esta fotografía no ha sido publicada o, en el caso de reproducirse, presenta el pene pixelado, cuando el fotógrafo no lo tapó en el original. El exprimer ministro checo, Mirek Topolanek, se reconoció ayer como el hombre de la fotografía. "Soy yo, sí, pero también es claramente fruto de un fotomontaje", dijo Topolanek sin especificar en qué consiste la supuesta manipulación. En la misma emisión radiofónica, Berlusconi dijo no temer ningún problema con el Vaticano y el voto católico, a raíz de esas fotografías. "Si existe un Gobierno cercano a los católicos es este", afirmó. Sin embargo, desde el pasado abril, cuando se desató el escándalo de las vedetes y gogós que Berlusconi quería poner en las listas europeas, la posterior acusación de su esposa, Veronica Lario, y el anuncio del divorcio --junto con la revelación de la presunta relación con una menor--,varios obispos han manifestado su rechazo a ese comportamiento.