El primer ministro británico, Tony Blair, ha reconocido por primera vez que la situación en Irak es un desastre. Blair, que ayer inició una visita a Paquistán, fue entrevistado el viernes en el nuevo canal en inglés de la cadena de televisión árabe Al Jazira, cuando uno de los periodistas estrella de la emisora, David Frost, comentó que la intervención occidental "ha sido hasta ahora un desastre". La réplica de Blair fue: "Lo ha sido, pero lo que yo le digo a la gente es: ¿Por qué es difícil la situación en Irak?". Acto seguido, el premier culpó de la violencia en ese país, como otras veces, a Al Qaeda y los insurgentes.

La aparente admisión del desastre provocó encendidas reacciones en el Reino Unido. "Al fin el primer ministro ha aceptado la enormidad de la decisión de emprender una acción militar en Irak", declaró el líder liberal, Menzies Campbell, que siempre se ha opuesto a la guerra. "Difícilmente puede hacer otra cosa, al ser tan evidente el fallo estratégico", añadió Campbell, que exigió que Blair pida disculpas "al Parlamento y a los ciudadanos británicos". Por su parte, Alex Salmond, jefe del Partido Nacionalista Escocés, señaló que de cara a la posteridad "en la tumba política de Blair sólo habrá una palabra: Irak".

FORMULA EDUCADA Desde la residencia oficial de Downing Street, se trató de atajar la controversia alegando que se había malinterpretado lo dicho por el primer ministro. "No ha admitido que la decisión de invadir Irak haya sido un error", señaló una portavoz. "Simplemente estaba aceptando la pregunta, de forma educada, antes de exponer su punto de vista", añadió.

¿Hubo realmente un desliz, un error de interpretación o se trata de un cambio de táctica ante la imposibilidad de seguir negando lo evidente? "Tony Blair sabe que ha perdido el debate y prefiere centrarse ahora en a quién echar la culpa del desastre", dice Nick Robinson, jefe de la sección política de la BBC.

Para Londres está muy claro quienes son los culpables. Según explicó en Al Jazira el primer ministro, la situación en Irak es difícil "no porque haya habido algún accidente en la planificación, sino porque hay una estrategia deliberada de Al Qaeda, con los rebeldes sunís de un lado, y de elementos apoyados por Irán con las milicias chiís por otro, para crear en Irak una situación en la que el deseo de paz de la mayoría de la población es desplazado por el de una minoría que quiere la guerra".

PAZ EN ORIENTE MEDIO Blair volvió a repetir que las tropas británicas se quedarán "todo el tiempo que el Gobierno de Irak las necesite", e insistió en que la búsqueda de una solución en el proceso de paz para Oriente Medio es determinante para ganar "la guerra contra el terror". También reiteró su llamamiento a Irán y Siria para que colaboren con Occidente en la búsqueda de una solución para la región.

Las polémicas declaraciones coincidieron con la primera visita del ministro de Finanzas, Gordon Brown, a Irak. El hombre que según las apuestas sucederá a Blair como primer ministro pasó la jornada con las tropas británicas en Basora. Brown elogió la labor de los soldados y anunció una ayuda de 150 millones de euros durante los próximos tres años para reconstruir la economía del país.

La nueva controversia sobre las consecuencias de la invasión se produce pocas horas después de que un miembro del Gobierno criticara la decisión de ir a la guerra. La secretaria de Industria y Comercio, Margaret Hodge, describió Irak como "el mayor error en política exterior" cometido por Blair.