BAGDAD. Al menos cuatro civiles iraquís perdieron ayer la vida en Basora, en el sur de Irak, cuando un artefacto explosivo de gran potencia destruyó el minibús en el que viajaban. El vehículo transitaba por una calle por donde habitualmente circulan las tropas británicas, pero en el momento de la explosión no había soldados cerca. La naturaleza del atentado, en una ciudad relativamente tranquila, causó sorpresa.