El Gobierno de Brasil se propone incluir, en un plazo de tres años, a 1,2 millones de niños actualmente sometidos a trabajo infantil en sus programas de asistencia, dijo hoy la secretaria nacional de Asistencia Social, Denise Colin. La reducción del trabajo infantil es uno de los objetivos prioritarios del programa de erradicación de la miseria presentado hace dos semanas por la presidenta Dilma Rousseff, según afirmó la funcionaria en declaraciones a la estatal Agencia Brasil. La secretaria explicó que, actualmente, 800.000 niños están incluidos en el Programa de Erradicación del Trabajo Infantil, a través del cual reciben apoyo después de ser retirados de la calle, de haciendas rurales, o de casas donde son explotados sexualmente o se les obligaba a hacer trabajo doméstico abusivo. Este programa incluirá a 1,2 millones de niños más en los próximos tres años, según Colin, quien aseguró que el plan ha tenido mejores resultados desde que en 2006 fue coordinado con el Bolsa Familia, el principal plan de distribución de renta a la población pobre. "Las familias reciben el subsidio del programa Bolsa Familia y el niño tiene la oportunidad de ser atendido en servicios que puedan retirarlo de la situación de explotación en el trabajo", dijo Colin. El Gobierno no dispone de cifras oficiales para cuantificar la magnitud del trabajo infantil en Brasil, pero la Organización Internacional del Trabajo (OIT) calcula que cerca de cinco millones de menores todavía son obligados a trabajar en este país. Estos cálculos, que datan de 2009, muestran que Brasil redujo a la mitad las tasas de trabajo infantil desde 1992.