El discurso y la estrategia sobre la presencia militar de EEUU en Irak empiezan a cambiar en Washington. Sometida a fuerte presión popular y política, tanto por parte de algunos líderes iraquís como en su propio país, la Administración de George Bush ha empezado a lanzar mensajes que avanzan un repliegue parcial de sus tropas. Aunque no hay calendario, y sí un rechazo absoluto a una salida inminente o rápida, desde el Pentágono y el Departamento de Estado llegan informaciones que hablan de una reducción de tropas gradual y relativamente próxima.

Fuentes militares han confirmado a The Washington Post que el Pentágono tiene un plan para reducir el número de tropas a principios del año que viene. Se replegarían hasta tres brigadas de combate de las 18 desplegadas ahora, aunque al menos una de ellas quedaría "en espera" en Kuwait, por si hiciera falta su presencia rápidamente.

SILENCIO EN LONDRES Por otro lado, según la advertencia del fiscal general, Peter Goldsmith, la prensa británica no podrá divulgar la conversación entre Blair y Bush en la que, supuestamente, éste último planteó la posibilidad de bombardear la sede de Al Jazira en Qatar.